Luis Manuel Hermosa González, alférez de la Guardia Civil del puesto de Barbate y de 44 años de edad, falleció a última hora de la tarde de ayer tras ahogarse en la playa barbateña del Carmen. Las primeras informaciones apuntaban anoche que el agente perdió la vida cuando se introdujo en el agua con el objetivo de recuperar la tabla de surf con la que se estaba bañando su hija pequeña. Los intentos de reanimación que se le practicaron en la misma playa durante más de media hora no pudieron hacer nada por su vida.

Fuentes municipales indicaron anoche que el suceso tuvo lugar minutos antes de las 20.30 horas de ayer en la zona de la playa del Carmen conocida como Rajamanta, en las proximidades del puerto pesquero. El alférez se encontraba en la playa con su mujer y su hija, que en ese momento se bañaba con una tabla de surf. Al parecer la niña perdió el contacto con la tabla, que rápidamente se metió mar adentro debido a la acción del fortísimo viento de Levante que durante todo el día de ayer sopló en la provincia.

En ese momento, el alférez se introdujo en el agua con la intención de recuperar la tabla. Cuando algunos minutos después lo logró, descubrió que ya estaba lejos de la orilla y que el mar lo empujaba hacia dentro, por lo que empezó a pedir auxilio.

Tras percatarse de lo que estaba sucediendo, dos socorristas que a esa hora se encontraban en la playa se lanzaron al agua con la intención de rescatarlo pero antes de que se produjera el encuentro el alférez de la Guardia Civil, posiblemente por la acción de una ola, se desprendió de la tabla de surf con la que hasta ese momento había logrado mantenerse a flote.

Cuando los dos socorristas llegaron a su posición, el agente aún se encontraba con vida, aunque había tragado ya mucha agua. Allí aguardaron la llegada de la lancha de salvamento, que trasladó a los tres hasta la playa. Una vez en tierra el alférez entró en parada cardiorespiratoria y por espacio de más de media hora se le practicaron ejercicios de reanimación que no pudieron hacer para salvarle la vida. Luego sería trasladado al centro de salud de la Casa del Mar, donde se certificó su defunción.

Hasta este centro sanitario se desplazaron mandos y compañeros de la Guardia Civil y autoridades municipales, entre ellos el alcalde de Barbate, Rafael Quirós, para trasladarle el pésame a la familia del agente. El Ayuntamiento, además, puso un psicólogo a disposición de los familiares.

El fallecido, que llevaba algo más de un año destinado en Barbate, deja mujer y dos hijos y se da la circunstancia de que el próximo martes tenía previsto incorporarse a su nuevo destino en Badajoz, su tierra natal. Quienes le conocieron resaltaban anoche que era un gran servidor público, con muy buena disposición al trabajo y con mucha predominancia entre sus compañeros.