El Racing sucumbió ayer en el clásico partido en el que el equipo local domina sin fruto ante un adversario muy ordenado en las líneas de retaguardia y en el que el enemigo aprovecha un error puntual para marcar en una de sus escasas ocasiones y llevarse la victoria ante la estupefacta tribuna.

No acostumbra a tener suerte el Portuense ante el Mairena, la única escuadra, junto con la Balona, que puede presumir de haberse impuesto a los de Corbeto en los dos choques. Los rojiblancos comenzaron con fuerza, enviando un disparo al larguero (Lolo Prado, 10') y cabeceando fuera en posición ventajosa (Adri, 22'), encontrándose un Mairena competitivo, disciplinado atrás, un conjunto que, de disponer de una artillería más efectiva, estaría luchando por el ascenso al igual que el Portuense.

Se desesperó un tanto el Racing ante un rival más correoso de lo que viene padeciendo en la presente campaña, pero no pudo ante un guardameta, Pablo, habitual suplente, que registró intervenciones meritorias defendiendo la meta de una entidad con los deberes prácticamente hechos.

Los albinegros sólo dispusieron de una ocasión clara en la primera parte, cuando Gabri recibió un buen envío de Francis y se plantó ante un Edu Villegas resolutivo (30').

La segunda mitad se inició con un cabezazo fuera de Lolo Prado (47'), al que respondería posteriormente Pana con un tiro lejano próximo al poste (59'). Los rojiblancos, deseosos de acercarse al Pozoblanco y de aumentar la distancia con el San Fernando, que había empatado, asumieron progresivos riesgos. Corbeto aprovechó sus cambios para introducir elementos más ofensivos (Lolo Prado dejó su sitio a Villalustre, Peces a Alberto y Kike a Carli), pero el Mairena continuó mostrando su efigie rocosa.

Cuando el choque se acercaba a su final, Luis Castillo, uno de los efectivos rojiblancos que mejor campaña viene realizando, cometió un grave error en la posesión cerca de la media luna. El cuero fue a los pies de Jesús Rubio, que batió a Edu con un lanzamiento raso y ajustado al palo.

El Portuense se lanzó entonces presa de la angustia a la meta sevillana y el propio Luis Castillo protagonizó un soberbio cabezazo a centro de su hermano Paquito, pero la mano de Pablo envió el cuero a córner.

El signo del choque pudo cambiar cuando Carli recibió una patada de Ulises en el rostro (93'). El árbitro llegó a señalar penalti, pero se desdijo tras conversar con el linier entre las airadas protestas de los aficionados.

El Racing da un paso atrás y ve cómo el Algeciras se sitúa ya a sólo dos puntos. La lucha por el play - off se complica más de lo esperado tras dos derrotas consecutivas, aunque los de Paco Corbeto siguen manteniendo una posición ventajosa.

racing portuense: Edu Villegas, Kike (Carli, 80'), Mere, Paquito, Piñero, Luis Castillo, José Antonio, Lolo Prado (Villalustre, 72'), Peces (Alberto, 65'), Abel Calatayud y Adri. mairena: Pablo, Víctor González, Víctor Gago, Ulises, Chico (Manolito, 61'), Francis, Babiano, Rubio, Pana (Carlitos, 80'), Gabri y Suanes (Romero, 70'). Árbitro: Jirona Arjona (cordobés). Mal. Mostró tarjetas amarillas a los rojiblancos Mere, José Antonio y Lolo Prado y a los albinegros Manolito, Romero y Rubio. Gol: 0-1 (86') Rubio. Incidencias: Unos 700 espectadores en el José del Cuvillo, algo más de lo habitual, en partido declarado Día de la Afición por la junta directiva. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Javier Díaz Macías, hermano del socio José Díaz Macías.