El Racing cedió ayer el liderato del grupo al Algeciras tras empatar un partido con tendencias opuestas; mientras los locales se mostraron más firmes en la primera mitad, perdiendo posteriormente la colocación en la segunda, sobre todo en el tramo final, los visitantes, espesos en el segmento inicial, fueron creciendo en confianza y terminaron el choque en busca de los tres puntos.

Los hombres que entrena Paco Corbeto acusaron la ausencia del lesionado José Antonio, merced a un dibujo en el que Abel Calatayud cayó a su posición, siendo menos efectivo que en la media punta.

La contienda se inició con un Portuense muy decidido al ataque, enviando balones a un Villalustre pletórico de condición física pero menos definitorio que en ocasiones precedentes.

Las internadas rojiblancas se iban sucediendo y el público se quejaba de la tolerancia del colegiado para con algunas patadas visitantes, si bien las quejas se tornaron iracundas protestas cuando el árbitro obvió un ardoroso agarrón de Yeyo a un Villalustre que se giraba controlando con peligro un envío de Curtido en el minuto 27. La monumental pena máxima, nunca señalizada, bien pudo cambiar el giro del choque.

Justo es reflejar que cuatro minutos antes los onubenses habían dispuesto de una buena oportunidad de adelantarse en el marcador tras un magistral envío de Yeyo a Huarte, aunque la defensa rojiblanca anduvo atenta.

Los locales no dispondrían de ninguna ocasión clara durante esta fase, aunque superaban a su rival en tiempo de posesión del cuero, e incluso Paquito (39') tuvo que sacar desde el punto de penalti un peligroso servicio de Gonzalo, interesante jugador, a sus delanteros.

Cuando sólo habían transcurrido nueve minutos desde la reanudación el Racing se adelantaba en el electrónico gracias a las posibilidades que ofrece el contar con varios efectivos desequilibrantes. Piñero, que hasta ese momento firmaba su actuación más mediocre con su nuevo club, agarró a la altura de la frontal un balón rechazado por los zagueros visitantes y su zapatazo se colaba, en bello escorzo, por la escuadra izquierda de un sorprendido Manolo. Segundo gol del interior, que se estrenara en Conil, en la presente campaña.

Los aficionados locales se las prometían felices ante un Ayamonte desorganizado, y Villalustre intentaba aprovechar la coyuntura para ampliar la ventaja, pero Manolo (57') le salvó un uno contra uno que debió decidir el choque para los intereses de los de Corbeto.

Los onubenses, hundidos en la tabla y sin nada que perder, se lanzaron al ataque con denuedo, consiguiendo al fin la recompensa gracias a un enrachado Gregorio Molina (4 tantos ya en sus botas), que batía por bajo a Edu Villegas tras llevarse un balón a trancas y barrancas en la frontal del área chica.

La igualada despierta al Portuense del sueño del liderato, aunque su segunda posición rubrica un notable inicio de liga, y permite al Ayamonte, algo lejos de la escuadra que maravilló el pasado ejercicio, abandonar los puestos de descenso.

racing portuense: Edu Villegas, Kike, Mere, Paquito, Ezequiel, Luis Castillo, Abel Calatayud, Peces (Álex Torres, 89'), Piñero, Pedro Curtido (Lolo Prado, 76') y Villalustre. ayamonte: Manolo, Luis Ligero, Yeyo, Gregorio Molina, Canterla, Manolo Barba, Gonzalo (Cruz, 60'), Fernando Vaz (Rubén, 75'), Pablo Bernal, Pepe Punta y Guarte. Árbitro: Rojas Domínguez (sevillano). Mal. Mostró tarjetas amarillas a los locales Kike, Ezequiel, Luis Castillo, Carlos Peces y Villalustre y a los visitantes Luis Ligero, Manolo Barba, Gonzalo, Pablo Bernal y Pepe Punta. Goles: 1-0 (54') Piñero. 1-1 (78') Gregorio Molina. Incidencias: 800 espectadores.