Localidad: Cádiz

letra, música y dirección. Francisco Martínez Mora.

tipo. Obreros de una fábrica muy bien recreada en escena.

En cuartos: Los "obreros son autómatas que bailan" al son de los "vividores". Ainss "que todo el mundo quiere vender humo" y se nos nubla la vista. El oído no, al menos, escuchando la presentación de este coro que la interpreta en este pase con rotundidad.  La misma con la que dan estopa a diestra y siniestra en sus dos tangos. Optan por dos críticas políticas a los dos partidos mayoritarios. Bien armadas y con sus momentos líricos de por medio. En el primer tango critican al gobierno local del Partido Popular personificando en la figura del concejal José Blas Fernández al que piden que no se meta en "batallas rastreras" y que se deje de  presentar "denuncias de lo que no le gusta" que así "el paro no va a bajar". En el segundo exigen que se dignifique la palabra "obrero" y que no se la apropie el PSOE, una oposición "con alma de equilibrista" que al final se ha caído con todo el equipo, "vendidos". Ya digo, dos buenas letras. Los cuplés, más corrientes, sobre que ellos no dicen borderíos a las chicas (se lo dicen a los chicos) y a una señora despistá que tiene al amante en el armario durante seis meses. Buena elección musical en el popurrí. Creo que los veo en semis. 

En preliminares: “Hoy te dedico mis mejores pregones, soy mejor que los de antes, compárenme criticones...” Tarareo El cantante antes del comienzo de la cuarta preliminar del COAC 2015 pero el tema de Rubén Blades se disipa con los primeros compases de la presentación de La fábrica de humo que toma una de las melodías de Aladín, para sobreescribir que “todo el mundo quiere vender humor para en su mano tenerte a ti”. De más a menos en esta pieza donde proponen la revolución. Revolución que intenta acallar la Ley Mordaza de la que se acuerdan en su segundo tango, al igual que del actual Go bierno que legisla “recriminando las voces de un pueblo herido”. Buena crítica que precede a una primera letra homenaje a dos compañeros que ya no están. Los mece una melodía correcta, no especialmente sorprendente, pero bien trabada. Los coristas ejecutan con gusto, quizás en los solos del popurrí y en la última cuarteta se destemplan. Los obreros, mejor, unidos. La pieza larga bebe del musical y de algunas referencias carnavalescas como ‘Los cenicientos’. Cuplé de lanzamiento de “llave inglesa” a la alcaldesa y parodia del anuncio de la lotería de Navidad. Poder, pueden.