Qué curioso. He buscado y requetebuscado en el baúl fotográfico del personaje y juro que no he advertido apenas mácula entre el abogado jovenzuelo de principios de los ochenta a este maduro hombre de la cosa pública, ahora diputado en Cortes. La repera patatera. Como si el tiempo se hubiera detenido para este hombre de singular personalidad, supersticioso, educado, amante de la buena mesa y coleccionista de corbatas. Bien, quizás algún detallito. Está algo más delgado.

En fin. Alguna madera tuvo que ver el jovencísimo Arias Cañete en aquel chaval para ponerle a encabezar las municipales jerezanas en 1983 por la antigua Alianza Popular de Fraga, partido que fundó en Jerez junto a José Ramón del Río, Fernando de la Quintana y otros entusiastas más de la política. Luchaba Aurelio, ElLili, en feudo del califa verde, el todopoderoso Perico, que controlaba el voto de la derecha en las zonas más nobles de la ciudad. Pero aquello, sorprendentemente, prosperó. AP colocó a cuatro concejales en el hemiciclo municipal. ¿Habría convencido al ciudadano de que no eran los defensores de los señoritos?

Cabeza de lista de nuevo en las municipales de 1987, el huracán Pacheco, que pasaba por su mejor momento, les dejó con sólo tres asientos. ElLili nunca se arrugó ante el contratiempo y se dice que era el primero en acudir el día después a animar al personal.

Aurelio Romero Girón nació en Jerez un 25 de diciembre de 1947. Tiene, por tanto, 67 años. Está casado con Carmen Cuquerella, que le ha dado tres hijos. En 2003, le encontramos fuera del Ayuntamiento; ha cubierto su etapa como diputado provincial, senador y parlamentario andaluz. ElLili de aquel año es presidente de la Comisión del Estatuto de los Diputados en el Congreso, vocal de la comisión de Justicia e Interior y suplente de la Diputación Permanente. Se ha transformado en un político 'hecho y derecho'. Si se le pregunta, él da las claves de su ascenso: "Siempre he huido en política de la confrontación. Hoy está demostrado que se lleva otro estilo".

Hoy es un fijo en el Congreso. No logró escaño en 2004, pero su partido le hizo consejero de la RTVA. Volvió en 2008 y ahora apura su tercera legislatura como diputado, siempre robando tiempo al bufete. Pero reconoce que su corazón permanece en Jerez. Sigue ayudando en lo que puede a la alcaldesa, María José García-Pelayo. Esa es ahora la gran ilusión de este incorregible abogado que, cierto día, decidió cambiar el despacho por la política.