El coro litúrgico San Martín, como al grupo le gusta que lo conozcan, cumple sus primeros 35 años de vida  con la misma ilusión que fue creado por la asociación de padres de alumnos del entonces colegio Pío XII - San Martín, de las Hijas de la Caridad, por cuyas aulas ha pasado casi todo el barrio del Pópulo.

Dos religiosas, ambas fallecidas, sor Josefina Hidalgo y sor Esperanza Pascualena, apoyaron aquella iniciativa de la activa APA del centro, que presidía Luis Arce Pereira, formándose el coro con 18 componentes, padres y madres de los alumnos.

Las dos religiosas los fueron formando musicalmente, mientras que cantaban la misa de los sábados por la tarde en la capilla del colegio, hasta que al año siguiente debutaron en la novena a la Virgen de la Merced, en la parroquia que lleva su nombre.

Sor Esperanza, fallecida en 2007, asumió desde el principio la dirección del coro, hasta que en 1985, tras una operación de cataratas, dejó la batuta a Chari Ruso,   solista del grupo, que sigue actualmente al frente del mismo. Sor Esperanza, que tenía un oído  privilegiado, siguió colaborando con ellos y el grupo le tributó un homenaje de agradecimiento cuando cumplió sus primeros 25 años.

Por su parte, sor Josefina fue destinada pronto al comedor que la misma congregación regenta en la calle María Arteaga, supliéndola en el piano en distintas etapas Sindo, Juan Manuel, Jorge, Sandra, Juan Antonio y Luisa, respectivamente.

El coro se fue dando a conocer en la ciudad y comenzaron a llamarlo para que cantara durante los cultos de hermandades y cofradías de la capital, entre ellas el Nazareno, la Palma, Expiración, Cigarreras, Sentencia y Medinaceli, así como las novenas dedicadas a la Virgen del Rosario y a la del Carmen, además de al Corazón de Jesús.

También durante muchos años se convirtió en la práctica en el coro de la Catedral, cuando el canónigo José Carlos Muñoz era el maestro de ceremonias del primer templo diocesano.

Aparte han cantando numerosas bodas, no sólo en Cádiz, sino también en San Fernando, incluyendo la iglesia del Arsenal de la Carraca, y en el santuario de la Virgen de la Oliva en Vejer.

En el recuerdo mantienen unos oficios en la parroquia de Santa Cruz, cuando a una de los integrantes una vela le incendió el velo con el que se cubría, que una mano diestra sofocó con rapidez, sin que tuvieran que dejar que cantar.

Tienen también en su haber el  estreno la pasada novena a la Virgen de la Palma del himno a la citada advocación mariana compuesto por Juan Antonio Verdía.

Durante los años transcurridos el coro se ha ido renovando, unos ya no están entre nosotros y otros han tenido que dejarlo por diversos motivos, mientras que se han incorporado nuevos miembros.

De los fundadores ya cuentan hasta con una bisabuela, Margarita González, que junto con la directora, Chari Ruso, son de las más veteranas, casi todos son ya abuelos y también jubilados.

Siguen ensayando al menos una vez a la semana y actualizando también su repertorio, al que han incorporado temas antiguos. para no ser repetitivos cuando se trata de cantar un quinario o una novena, porque el espíritu de todo el grupo es la permanencia del coro que nació del APA del colegio en el que sus hijos comenzaron su formación.

Actualmente son 19 componentes, entre ellos cuatro matrimonios, predominando las mujeres en el grupo, al que quieren incorporar más voces masculinas.

Para ello no exigen poseer conocimiento musicales, sino tener sobre todo afición y un buen oído, ya que el resto se consigue con el tiempo y el esfuerzo.

La intención de todos es continuar haciendo lo que les gusta,  formar parte de un coro litúrgico manteniendo así el mismo espíritu con el que nació  y que han ido consolidando con el paso de los años. Son además el recuerdo vivo de aquel colegio Pío XII - San Martín, todo un referente del barrio del Pópulo y de fuera de él  para muchas gener