A sus 46 años le ilusiona ser alcalde. Del barrio Santa María, cree que el trabajo que ha desempeñado su partido y él en particular puede dar sus frutos. Funcionario de la Diputación, asegura que en 2011 su formación aspira a lo máximo.

-En su presentación como candidato la pasada semana usted habló de la posibilidad de obtener resultados históricos para IU. Optimismo no le falta.

-Nos basamos en lo que percibimos. Yo me niego a hablar de un número de concejales porque aspiramos a lo máximo. Creo que hemos desarrollado un trabajo muy importante y hemos llegado a la ciudadanía. Cuando detrás tienes un buen grupo de trabajo todo es mucho más fácil. Por ello creo que podemos tener buenos resultados.

-¿El llamado voto útil y que al final casi todo se bipolarice en PP y PSOE puede perjudicarle?

-Es verdad que el voto útil ha funcionado en otras ocasiones, pero en las elecciones municipales también hay un componente personal muy importante. La gente ya no se cree el voto útil y en el caso de la izquierda se tendría que ir al PSOE que tiene el rumbo bastante perdido en la ciudad. No creo que se vaya a dar y los ciudadanos votarán en conciencia

-Dice que no quiere plantear ningún número de concejales, pero usted debe ser consciente que es muy complicado que se vaya a dar un vuelco electoral.

-Sigo pensando en que no me quiero poner ningún límite. En el año 2007 el PP perdió 7.000 votos y el PSOE 6.000, mientras que nosotros subimos y no conseguimos el segundo edil por cuatro papeletas. Vaticino que va a haber una bajada del PP porque 16 años desgasta y, además, se están haciendo las cosas bastante mal. En el PSOE todo apunta a que va a bajar bastante. No obstante, la encuesta verdadera va a ser la del día de las elecciones.

-¿Cree que Izquierda Unida perdió por los enfrentamientos internos una gran oportunidad de tener mucha más presencia en la ciudad cuando llegó a sacar cinco concejales en 1995?

-Es el mayor resultado que ha sacado IU pero hay que recordar que, pese a ello, pasaba por una época convulsa y eso se demostró después cuando se partió el grupo municipal en dos. Claro que se debería haber aprovechado mejor porque quizás hoy en día estaríamos hablando de otra cosa.

-Izquierda Unida está en claro retroceso desde hace años a todos los niveles. ¿No es un lastre la marca para la figura de Sebastián Terrada?

-La Ley Electoral perjudica mucho a Izquierda Unida, porque a pesar de ser la tercera fuerza en número de votos, muchos más que los nacionalistas por ejemplo, pero eso no se traduce después en los resultados. La marca es la que es, pero es la que defendemos y no creo que sea un lastre para la Asamblea de Cádiz. Después hay que tener en cuenta, repito, que además del componente ideológico, del que me siento totalmente identificado, también está el personal.

-Todo el mundo se atribuye los votos de la abstención. ¿Qué se puede hacer para que la gente vaya más a votar?

-La abstención favorece sobre todo a los dos grandes partidos. Si cada vez es más alta es porque los dos partidos principales tienen una forma de hacer política que no favorecen a los ciudadanos. Queremos hacer una política diferente donde el ciudadano no se limite sólo a ejercer su derecho al voto, sino a participar también en la gestión.

-¿Le resulta frustrante que prácticamente el equipo de Gobierno no acepte ninguna de las propuestas que ha presentado?

-Algunas han aceptado, pero muy pocas si se tiene en cuenta que ha habido unas cuatro o cinco por pleno, además de las alegaciones al PGOU, tasas, etcétera. Con un solo concejal es un trabajo muy importante. Por ejemplo, nos aprobaron la de las por las antenas de telefonía móvil. Hay otras en las que dicen que no pero después con el paso del tiempo las aprueba. En definitiva, política de colegio.

-Según los resultados de las últimas elecciones, ¿Cádiz es de derechas o teofilista, como dijo el socialista Rafael Román hace unos años?

-En el año 1995 se produjo un cambio de inflexión. Hasta ese momento se decía que Cádiz era una ciudad de izquierdas, pero desde entonces se vota a la derecha. Creo que se puede decir que Cádiz es teofilista porque si esta no se presentara a las elecciones, el PP no las ganaría. Su política es la de un culto a la imagen. La gente confía en ella, pero creo que cada vez menos. Cádiz necesita un refresco en la política e Izquierda Unida puede aportar mucho para que Cádiz vuelva a ser la ciudad de izquierdas que lo fue antes.

-Usted siempre presume de ser del barrio de Santa María. ¿Cómo marca este aspecto en un político?

-Pues básicamente en que soy una persona que piso la calle y hablo con la gente. Esa cercanía a la realidad ciudadana es muy importante. No soy de las personas que me parapeto detrás de un despacho. Creo que marca mi origen humilde y esa capacidad de estar con los vecinos.

-¿Qué aspiraciones políticas tiene Sebastián Terrada?

-En principio ser alcalde, que para eso me presento. He estado en cargo orgánicos pero nunca he batallado por estar en cargos de representación. Eso es complicado en otros partidos donde las ambiciones por sentarse en los sillones es tremenda. No tengo ningún tipo de ambición personal salvo la de ser alcalde.