En una plantilla que en el año 2012 estaba formada por 30 carteros y que con los recortes de plantilla ha quedado en 22 personas dedicada a tal menester tiene que notarse en la oficina de la Zona Franca en Correos. Si ahora debido a las bajas por enfermedad y las vacaciones se ha reducido a la mitad, según el sindicato Comisiones Obreras, la situación provoca un aumento de paquetes y correspondencia sin salir.

Rafael Tejada es secretario provincial de Comisiones Obreras para Correos y asegura que la directiva europea obliga al reparto de la correspondencia los cinco días laborables de la semana en todas las zonas, pero eso en la oficina situada en la avenida Juan Carlos I no ocurre: "La falta de plantilla repercute en el servicio porque el reparto no se hace como se debiera", entre otras razones porque las zonas a cubrir por los carteros es mucho más amplia y no da tiempo a repartir.

Este mismo sindicato cifró en el pasado mes de julio que los retrasos en los envíos habían provocado más de 8.500 objetos sin repartir, de los cuales 7.000 eran cartas ordinarias, 1.000 certificados y notificaciones y 500 paquetes, la mayor parte de ellos internacionales y procedentes de países como China.

En la actualidad Rafael Tejada no se atreve a cifrar los objetos que se encuentran acumulados y reconoce que en las dos últimas semanas ha mejorado muy levemente la situación por la contratación de un nuevo cartero.

Tejada asegura que en esta oficina es donde hay una mayor deficiencia de personal, ya que con los ajustes que se hicieron, en la del centro pasaron de 39 a 29. A ello hay que sumarles los 20 empleados que se han perdido en los últimos tres años entre las dos oficinas y 27 que se dedicaban a tareas administrativas y burocráticas.

Tejada afirma que en la oficina de la Zona Franca se está actualmente al 50% de lo que se debería estar en una situación que ya era muy ajustada. A pesar de que los envíos bajan durante estos meses, también se produce un mayor aumento de población, algo que por ejemplo afecta mucho a otros lugares como Chiclana.

Tejada asegura que mientras que antes el cartero pasaba por una zona todos los días, ahora los hace dos o tres veces a lo sumo, "por lo que los usuarios son los que sufren más estos recortes".

Debido al plan de ajuste que llevó a cabo Correos, ésta entendió que con 22 personas se podía cubrir bien el servicio desde la oficina de la Zona Franca" pero al menos lo que tienen es que mantener el número, no que con las vacaciones se está bajo mínimos y llevamos desde el pasado mes de noviembre sin cubrir las tres bajas que se han producido".

Uno de los problemas que lleva aparejados estos retrasos es que a veces llegan notificaciones tarde o en la paquetería puede provocar la pérdida de negocio, debido a que si no se cumple lo estipulado con la empresa en cuestión, esto puede dar lugar a las cancelaciones de los contratos.

Hay que tener en cuenta que el envió de la paquetería en los últimos años ha sufrido un aumento de un 200%, mientras que el correo tradicional se ha reducido aproximadamente en un 30%.

Tejada opina que esto "parece que es una estrategia para ir desprestigiando lo público. Desde que pasamos a depender de la Sepi (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), hemos empezado a ir cuesta abajo".

Entre las exigencias que han puesto encima de la mesa los sindicatos para mejorar la situación está la concreción de un acuerdo con Correos que permita la conversión de miles de empleos temporales en fijos "que ponga fin a sobrecargas de trabajo inasumibles".