Cádiz

La Fiscalía pide un año de cárcel para los detenidos en el Carnaval Chiquito

  • Los dos acusados niegan en el juicio haber agredido a policías locales La defensa pide la absolución o, subsidiariamente, una multa de tres euros a M.C.Ll. por insultar a los agentes

Visto para sentencia el juicio rápido contra M.C.Ll. y A.M., para quienes la fiscal pide un año de cárcel por un delito de atentado contra la autoridad. Se les acusa de agredir, supuestamente, a agentes de la Policía Local en la noche del 24-25 de febrero, en las últimas hora del Carnaval Chiquito. En el juicio, celebrado al mediodía de ayer en el juzgado de lo Penal número 4, la fiscal alegó que el comportamiento de la acusada en la noche de los hechos "excede de lo que se conoce como una falta de respeto", ya que propinó "una fuerte patada a un agente en su mano izquierda". Es por ello que también solicitó para M.C.Ll. una multa de 150 euros como indemnización. A A.M. lo acusa de propinar "empujones en el pecho a un agente" y faltarle el respeto.

Por su parte, la defensa de la pareja pide la absolución de ambos o, subsidiariamente, una multa de tres euros por falta a M.C.Ll, que sólo reconoció haber insultado a los agentes.

El letrado alegó "falta real de pruebas", habló de "absoluta extralimitación" por parte de los agentes en su actuación, y recordó que "la más mínima duda es sinónimo de absolución, se valora siempre a favor del reo". Asimismo, resaltó "contradicciones" entre lo expuesto en el atestado y las declaraciones de los agentes, así como entre los propios policías que declararon ayer como testigos. "En el atestado se dice que M.C.Ll. se acercó al agente, y el agente ahora ha dicho que fue él quien se acercó a ella". "Un agente ha señalado que en El Palillero estaban todos juntos haciendo piña, y otro, que estaban separados". Además, puso en duda que la acusada propinara una patada a uno de los funcionarios. "El parte de lesiones del agente recoge que no tenía absolutamente nada. Sólo una pequeña rojez en la mano que no dice nada. Pudo ser de un forcejeo".

Durante su declaración ante el juez, M.C.Ll. reconoció que insultó a los agentes "después de que me tiraran al suelo. No recuerdo qué les dije. Estaba bajo los efectos del alcohol, estuve bebiendo cervecita. Pero no me fui hacia ellos en ningún momento, y no recuerdo que le diera una patada en la mano a un policía". La acusada, que no tiene antecedentes penales, relató que cuando los agentes llegaron a la plaza El Palillero, sobre la una de la madrugada, eran "diez u once" las personas que se congregaban en el lugar. Y los agentes, "unos seis", se acercaron "con la porra ya en la mano". "Llegaron y nos increparon. Me tiraron al suelo".

Su compañero también reconoció haber estado bebiendo ese día "desde las 2 de la tarde, más o menos", e igualmente afirmó que los agentes bajaron del coche "con las porras y nos increparon para que nos fuéramos". Al visualizar en el suelo a M.C.Ll., "me acerqué para ver por qué la estaba arrastrando, si ella no había hecho nada... y me dijeron: tú vas a caer, tú vas a caer. Me pegaron en la pierna y me rompieron el móvil, me esposaron y me metieron en el coche". Aseguró a la fiscal no haber visto a la acusada dar una patada a uno de los agentes, e igualmente negó haber empujado en el pecho a otro de ellos.

Tras los acusados, comparecieron como testigos cuatro agentes y dos conocidos de los acusados. Los policías resaltaron que aproximadamente una hora antes de los hechos acaecidos en El Palillero, ya pidieron a M.C.Ll. y a A.M. que abandonasen la calle José del Toro como consecuencia de la denuncia de un vecino. "Las detenciones ya las podíamos haber realizado en José del Toro porque ya ella allí estuvo ofendiendo a un compañero y a mí, y él estaba de pesado. No quería irse ni finalizar la fiesta", comentó uno de los agentes. El policía, al que supuestamente la acusada propinó la patada, explicó que le requirió que se fuera con él al patrullero para identificarla. "Fue invitada a ello y dijo que sí en un principio, sin esposar. Pero antes de llegar, se dio la vuelta y me dio la patada. Fue en el trayecto al patrullero, que estaba a diez metros". El tercer agente narró que acudió al lugar en apoyo a sus compañeros y que los acusados hicieron "caso omiso" a su petición de que abandonaran el sitio. "Ella nos dijo: De aquí no nos echáis ahora, que ya me echásteis del otro lado, hijos de puta, cabrones, fascistas". "Cuando ella fue trasladada al patrullero, la gente lo que hacía era atacarnos, y él me pegó dos manotazos en el pecho, me escupió en la cara e intentó agredirme por la espalda, así que le reduje. Utilicé la mínima fuerza". El abogado defensor preguntó al último agente que compareció si durante la actuación en El Palillero los policías presentes estuvieron juntos, "haciendo piña", a lo que respondió que no, que estuvieron distanciados. No obstante, uno de sus compañeros dijo que estuvieron juntos.

Los testigos de los detenidos declararon no haberlos visto agredir a los agentes, y criticaron la actitud de la Policía que, según dijeron, propinó "golpes y empujones".

El juicio se prolongó durante una hora. La sentencia podría conocerse en un par de semanas.

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