VALORACIÓN: 7.75

Ford Fiesta 1.0 EcoBoost 125 CV: una buena elección para el día a día

  • Este utilitario destaca por su comportamiento, sus acabados, el buen funcionamiento de su motor de tres cilindros de gasolina y el equipamiento en materia de seguridad. Alcanzaría mejor nota si estuviera dotado también de unas plazas traseras más amplias.

El nuevo Ford Fiesta es un modelo completamente recomendable.

El nuevo Ford Fiesta es un modelo completamente recomendable.

El Ford Fiesta es uno de los modelos más importantes del mercado. Para empezar y para hacernos una idea de su trascendencia hay que señalar que estamos ante un coche con más de 40 años de historia –nació en 1976- y siete generaciones a sus espaldas. Se trata de una veteranía de la que pocos modelos pueden hacer gala.

Además, el Fiesta es clave para Europa y también para España. Para Europa porque ha sido, año tras año, uno de los modelos más vendidos en el Viejo Continente –en estas cuatro décadas se han producido más de 17 millones de unidades-. Y en España también es muy importante porque, aunque dejó de fabricarse en Almusafes (Valencia) en 2012, es un coche con un sobresaliente nivel de ventas.

Para hacerse una idea del éxito comercial, en los últimos años (entre 2011 y 2017) Ford ha comercializado sólo en España cerca de 100.000 unidades del Fiesta. Esto le ha permitido estar en el top 10 de ventas de los últimos ejercicios en nuestro país.

Ahora, desde hace unos meses, está a la venta una nueva generación de este modelo. Un coche completamente nuevo que probamos aquí hoy. Y, en este sentido, lo primero que tengo que reconocer es que teníamos algún que otro prejuicio inicial con este coche. Un prejuicio que venía determinado porque, aunque se trata de un modelo completamente nuevo, Ford había decidido mantener la plataforma o estructura –la mayoría de las veces, cuando se cambia de generación también se cambia de estructura-.

Sin embargo, desde aquí reconozco que tras realizar la prueba el coche me ha dejado un muy buen sabor de boca, convirtiéndose en un modelo completamente recomendable para todo aquel que busque un coche para el día a día que también le permita realizar algún que otro viaje de mayor distancia.

Comportamiento deportivo

Comenzando por sus principales virtudes, el aspecto que más me ha gustado de este modelo es su comportamiento, su parte dinámica. Por ejemplo, el volante transmite muy buenas sensaciones. Es un volante que tiene una asistencia notable pero que a la vez te permite sentir la carretera, notar cómo pisa el coche, como gira, obedecer la trayectoria marcada por el conductor. Es, por tanto, una dirección directa, rápida y muy informativa.

Siguiendo con sus aspectos destacables, llegamos a la suspensión. Y aquí este Ford Fiesta presenta una muy buena nota. Entre otras cosas porque consigue un buen equilibrio entre confort y dinamismo.

Y otro elemento que también obtiene una excelente puntuación es el motor de la unidad probada. Se trata de una mecánica de tres cilindros, con un litro de cilindrada y 125 CV de potencia. Este propulsor es una maravilla. Empuja bien desde abajo –prácticamente desde las 1.800 vueltas, como si fuera un diésel- y se puede estirar hasta las 7.000 revoluciones. Es, por tanto, un margen muy amplio.

Quizás, donde el motor no es tan agradable es a bajas vueltas, en las arrancadas, ya que hay que revolucionarlo un poco para que el coche empuje.

Consumos algo elevados

Es quizás el aspecto más criticable de este modelo. No es que tenga unos consumos elevados, pero sí es un motor que es sensible al acelerador. Obviamente todos son así, pero este tipo de motores tricilíndricos, como en las arrancadas tienes que revolucionarlo un poco, este tipo de conducción urbana aumenta los consumos.

Durante la prueba, este Fiesta ha presentado un gasto de combustible de entre 6,5 y 7 litros, dependiendo de si abusamos o no de la ciudad. Y al ser un coche urbano, como es obvio, la mayoría de los recorridos fueron por ciudad. En el caso de que se opte por recorrer mayores distancias por carreteras interurbanas o circunvalaciones, donde se abuse tanto del acelerador y el freno, esta cifra bajará en torno a los 5,8 o 6 litros.

Buen confort de marcha

Otra virtud del Fiesta es su confort de marcha. Se trata de una cualidad que viene determinada por el buen diseño y ergonomía de los asientos. A ello hay que añadir, además, que el habitáculo presenta un buen grado de aislamiento. El motor apenas se escucha porque es bastante silencioso -no es muy rumoroso- y aparte no transmite vibraciones ni tampoco hay grandes ruidos aerodinámicos.

A ello se suma que los acabados presenta, en línea general, una buena terminación. Si bien es cierto que hay elementos de plástico duro en la zona del salpicadero y de las puertas, hay que reconocer que los diferentes plásticos dan sensación de calidad y buen ajuste. A ello se suma una pantalla muy llamativa y al aire que sobresale queriendo imitar a una ‘tablet’. En la versión probada tiene ocho pulgadas, si bien es verdad que en la mayoría de los acabados este tamaño es opcional.

Y también sobresalen ayudas a la conducción como es el aviso de cambio involuntario de carril con asistente de mantenimiento en el carril. También hay otros elementos disponibles como el asistente de precolisión, si bien algunos de ellos son opcionales o bien forman parte de algún pack de seguridad activa.

Algo justo en las plazas traseras

En cuanto al espacio interior, en las plazas delanteras la habitabilidad es bastante buena. Los pasajeros delanteros gozan de 133 centímetros, una buena cifra para no golpearse ni molestarse entre ellos. La altura entre el asiento y el techo también es buena. En la unidad probada –con techo panorámico- este Fiesta ofrecía 96 centímetros, un dato también bueno.

Detrás, en cambio, las plazas son más justas. De esta manera, ocupantes de más de 1,80 metros gozarán de menos habitabilidad, tanto para las piernas –es probable que rocen con las rodillas-, para los pies –los empeines también rozarán- y existe poco espacio libre entre la cabeza y el techo.

Por último, el maletero ofrece una buena capacidad y formas regulares. En concreto, son 303 litros lo que dispone este Fiesta. Además, este utilitario se caracteriza por incorporar un doble fondo que se consigue a base de sustituir la rueda de emergencia por un kit reparapinchazos.

Conclusión

Todo aquel que necesite un coche para el día a día y vaya a realizar algún que otro viaje al año puede optar por el Ford Fiesta sin temor a equivocarse. Sobre todo si valora aspectos como la deportividad –donde este Ford sobresale especialmente-, la eficiencia de la  mecánicas de gasolina de tres cilindros y el equipamiento en seguridad. En estos apartados el Fiesta se sitúa entre los mejores de su categoría. Donde no obtiene tan buena nota, es en el apartado de habitabilidad trasera. Las plazas de la segunda fila más justas restan puntuación en la valoración final. Aun así, es un utilitario muy recomendable.

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