Mucho se habla del sistema de puntuación del jurado. Hay autores, componentes y aficionados defensores de su eliminación. También vemos como miembros del jurado, tras su experiencia en el palco, expresan la enorme dificultad que entraña puntuar a una agrupación aludiendo, en la mayoría de los casos, a que sería necesario poder modificar las puntuaciones una vez terminada la fase correspondiente del concurso, para así tener una perspectiva global y poder corregir ciertos errores (algunos muy llamativos, como la puntuación tan baja de comparsas como Febrero o Los Girasoles, por citar dos ejemplos recientes).

Yo considero que los puntos son necesarios. Un concurso con tantas agrupaciones no puede limitarse a un “apto” o “no apto”, entre otras cosas porque esa decisión también crearía numerosos debates y problemas en el seno del jurado. Tampoco sería justo que una agrupación que se quedase fuera de cuartos por el número máximo de cupo, pero con la calidad suficiente para entrar, tuviese la misma calificación (no apto) que la peor del concurso. Pero lo que sí es innegable es que hay que darle una vuelta de tuerca al sistema actual.

En primer lugar, yo propondría que, al finalizar cada fase, el jurado revisase todas las puntuaciones otorgadas y, en caso de detectar errores, tuviesen la posibilidad de corregirlos. Ello implicaría no dar la relación de clasificados como hasta ahora, sino esperar al día siguiente para tener el tiempo suficiente de revisionar, debatir y ajustar lo que fuese oportuno.

Por otro lado, y centrándonos ya en el ámbito puramente numérico, me gustaría hacer varias consideraciones. En los últimos años, las únicas modificaciones a este respecto han sido subir los tangos y pasodobles de comparsas de 20 a 22 puntos (bajando los cuplés de coros y comparsas de 10 a 9 puntos y el estribillo de 8 a 6), aumentar los cuplés de chirigota de 16 a 18 (bajando los pasodobles de 14 a 12) y modificar esa puntuación supuestamente global que se les daba a los cuartetos sobre un máximo de 60 puntos (20 por vocal), pasando a tener una puntuación máxima de 300 (100 por vocal), al igual que el resto de las modalidades (puntuándose por separado parodia, tema libre, cuplés, estribillo y tipo).

En cambio, la presentación sigue puntuando bajísimo en todas las modalidades (6 puntos). Así, encontramos que un estribillo de comparsa cuenta igual que la presentación (lo cual es absurdo) o que un estribillo de chirigota cuenta más que una presentación. A este respecto, yo propondría subir los puntos de la presentación, por ser la tarjeta de visita de la agrupación y tener una duración considerable (al final, expondré mi modelo de puntuación). Bien es cierto que, hasta ya entrados los 90, las presentaciones no puntuaban NADA.

Llegando al meollo del asunto, mi propuesta principal sería hacer lo que desde 2016 se viene haciendo en el Carnaval de Huelva: puntuar por separado letra, música y afinación (en vez de dar la puntuación global). Ahora bien, yo iría un poco mas allá y “especializaría” al jurado para que su labor fuese algo más sencilla, dentro de la enorme dificultad.

En vez de que cada vocal puntúe letra, música y afinación, un buen sistema sería continuar con los cinco vocales pero con la salvedad de que no todos puntuarían lo mismo. Podría mantenerse uno de ellos puntuando globalmente, como se viene haciendo hasta ahora, otros dos se centrarían únicamente en la faceta de la música e interpretación de la misma (calidad de la música, afinación, vocalización, ecualización) y los dos restantes en el ámbito de la letra (rima, construcción, relevancia del tema expuesto, originalidad…). Una vez hecho esto, se sumarían las cinco puntuaciones (sin descartar ya ni la máxima ni la mínima) o se haría una media entre los cinco vocales, de la cual resultaría la puntuación de esa agrupación. Esta propuesta incluiría a todas las modalidad excepto al cuarteto que, por su escaso contenido musical, se seguiría puntuando como hasta ahora. El apartado del tipo, sería puntuado por todos los vocales.

Este método, semejante al empleado en el Carnaval de Montevideo, no sería la panacea, la solución definitiva, pero sí facilitaría en buena medida la labor del jurado y permitiría su especialización según estén más formados en el ámbito literario o musical.

La propuesta numérica sería la siguiente:

COROS Y COMPARSAS

PRESENTACIÓN de 0 a 10

TANGO 1/PASODOBLE 1 de 0 a 20

TANGO 2/PASODOBLE 2 de 0 a 20

CUPLÉ 1 de 0 a 9

CUPLÉ 2 de 0 a 9

ESTRIBILLO de 0 a 6 (en caso de ser dos estribillos diferentes, puntuar cada uno con un máximo de 3 puntos)

POPURRÍ de 0 a 20

TIPO de 0 a 6

CHIRIGOTAS

PRESENTACIÓN de 0 a 8

PASODOBLE 1 de 0 a 14

PASODOBLE 2 de 0 a 14

CUPLÉ 1 de 0 a 16

CUPLÉ 2 de 0 a 16

ESTRIBILLO de 0 a 6 (en caso de ser dos estribillos diferentes, puntuar cada uno con un máximo de 3 puntos)

POPURRÍ de 0 a 20

TIPO de 0 a 6

CUARTETOS

PARODIA de 0 a 40

CUPLÉ 1 de 0 a 12

CUPLÉ 2 de 0 a 12

ESTRIBILLO de 0 a 6

TEMA LIBRE de 0 a 24

TIPO de 0 a 6