-¿a quién o a qué pondría usted una calle en Cádiz?

-Yo dedicaría una calle a cada una de las modalidades del Carnaval, incluyendo a los romanceros. Cuesta de los Tangos sería muy bonito, en la calle Alcalá Galiano, antigua Londres, con tradición de carruseles de coros. O Calle de las Chirigotas. Mejor que ponerlas a los autores porque siempre habrá agravios y es imposible ponerle una calle a todos.

-¿Cree que hay pocas calle dedicadas al Carnaval?

-Lo creo, siendo sobre todo una fiesta tan grande y con tanta repercusión en la ciudad. Y hay muchas de militares, de héroes de guerra, con las que no todo el mundo se siente identificado. Lo mismo pienso de monumentos a militares. Creo que hay muchas personas merecedoras de calles. Las de santos no las quitaba, porque tienen un significado más allá de lo religioso. Mi calle natal tiene nombre de santo, será por eso.

-¿Cuál es su calle natal?

-San Rafael, entre la playa de La Caleta y el Teatro Falla, como luce en el título del libro que acabo de publicar. Allí, antes de la clínica San Rafael había un cuartel de la Guardia Civil. Y la tienda del medio, una famosa taberna. También en San Rafael reparaban los taxis de Parrado, que era un hombre que tenía varios y su oficina estaba en San Juan de Dios. Y donde ahora está Supersol tenía Parodi el almacén para televisores, radios, discos... Por aquí pasaban las agrupaciones camino del Falla. Eso me aficionó al Carnaval. Y en San Rafael vivían Manuel Rosales 'Agüillo' y Juan Poce. Casi nada.

-¿Qué otra calle de la ciudad le gusta?

-Yo soy muy de la calle Ancha. Sitio de paseo con mi abuela, que vivía en José del Toro, cuando yo era pequeño.