CATI ALBA FLORES. HIJA DE PACO ALBA

"Con 'Estampas goyescas' fue la única vez que Cádiz le dio la espalda a mi padre"

  • La hija del creador de la comparsa recuerda más intensamente a su padre estos días de inicio del Concurso de Agrupaciones, dedicado al centenario del nacimiento del genial autor

Cati Alba el martes por la noche en el Gran Teatro Falla, donde acudió con su familia para el homenaje que le rindió el COAC al centenario de la muerte de su padre.

Cati Alba el martes por la noche en el Gran Teatro Falla, donde acudió con su familia para el homenaje que le rindió el COAC al centenario de la muerte de su padre. / Manuel Esteves

"Era un hombre muy educado y correcto". Salen estas palabras de una cliente de Modas Pepe Gómez, la tienda en la avenida que lleva el nombre del marido de Catalina Alba Flores, la hija de Paco Alba. La descendiente de El Brujo trabaja en el establecimiento. En su mostrador puede verse una foto de su padre con el tipo de 'Los corrusquillos' junto a José María Pemán. En una estantería superior, un cuadro con el busto del coplero con su inseparable mascota. Estamos hablando en tertulia del creador de la comparsa y de este Concurso a él dedicado por el centenario de su nacimiento. En el estreno, el martes, Cati Alba recibió, acompañada de su marido e hijos, un ramo de flores de manos del alcalde, José María González. Una pantalla emitía imágenes de Paco Alba y sus comparsas. "Que se acuerden de él es siempre es un orgullo", dice. Damos fe. El maestro conileño es inmortal.

-¿Qué sensaciones le deja este inicio de Concurso dedicado a su padre?

-Las fotos que se proyectaron, aunque ya conocidas, volvieron a emocionarme. Viendo sobre todo a mi hermano Paquito, que se fue con 47 años . (Muestra en su móvil una foto de su hermano de bellotero junto a su padre). Me hace feliz y a la vez me produce tristeza por tantos recuerdos. 42 años después de su muerte no hay un año que no lo mencionen. Mi pena es que no haya vivido esto.

-Han pasado muchos años desde ese fatídico enero de 1976 en el que se marchó tras sufrir una enfermedad de hígado que le castigó en sus últimos años. ¿Cómo se lleva vivir sin Paco Alba aunque haya pasado tanto tiempo?

-Todavía le echo de menos. Su ausencia nos destrozó porque era una figura paternal muy importante. Mi hermano Paquito nunca soportó la muerte de papá y entró en una depresión que finalmente se lo llevó 20 años después. Eran los dos uña y carne. Mi padre era joven para morirse, solo 58 años. Yo tenía 18 años cuando murió. Y es curioso porque lodos los hermanos de mi padre murieron jóvenes. Mi abuela falleció año y medio antes que mi padre, que era el último que quedaba. Por poco no entierra a todos sus hijos.

-¿Cómo era el Paco Alba padre?

-El no va más. Yo era muy padrero. Tenía un porte serio, pero mucha gracia contando las cosas. Y él sabía separar su condición de padre de su condición de autor, aunque nos preguntaba por músicas para los popurrís. Mi infancia fue preciosa. No encendíamos ni la tele. Nos sentábamos alrededor de él a escucharle. Yo, gracias a él, me sentía una reina. Mi padre tenía pasión conmigo. La única niña, figúrate.

-¿Era entonces consciente de la dimensión de su padre como gran autor en la fiesta grande de Cádiz?

-Hombre, sabíamos que era ya un grande del Carnaval. Mi hermano Paquito sí lo vivió más de cerca. Yo es que nací en 1958, el año de 'Los de fin de curso'. Evidentemente no conocí las primeras agrupaciones ni tengo recuerdos vivos del 58 hasta mediados de los 60, pero desde entonces para adelante, claro que sí.

-La familia tuvo que convivir con las ausencias por los viajes con la comparsa por toda España.

-Estaba fuera con 'Los beduinos', pero no le gustaba. Siempre dijo, y escribió en las coplas, que fuera de Cádiz se asfixiaba igual que un pescado. Cuando volvía a Cádiz siempre nos traía muchos regalos. A mí, muñecas que no las vendían en Cádiz. Él se traía macetas, que le encantaban.

-¿Cómo vivió la familia la aciaga noche en que abuchearon a su comparsa 'Estampas goyescas'?

-Aquello lo vivimos mi madre y yo en el Falla. Lo pasamos mal porque no lo entendíamos después de lo que mi padre le había dado a Cádiz. Era entendible un segundo premio porque la juventud, en este caso la comparsa 'Capricho andaluz', venía pegando fuerte, pero no los abucheos. Mi padre sufrió mucho esa noche. Creo que es la única vez que Cádiz le dio la espalda. Pero jamás le oí en casa hablar mal de nadie o protestar porque le hubieran dado otro premio que no fuera el que esperaba. Si se enfadaba, sería en los locales de ensayo. En casa, no.

-Hay quienes le achacan que se opusiera a cualquier avance, según sus letras.

-Mi padre era más moderno de lo que la gente se cree. Y la censura le retiró muchas letras. Hay que entender esos tiempos. Como padre jamás nos prohibió nada. Siempre decía a mi madre 'déjales que disfruten que sabe Dios lo que les espera el día de mañana'. Y en casa fregaba, ayudaba en la cocina, barría... en esa época no era muy habitual.

-¿Qué cree que hubiera pensado su padre de la evolución de la comparsa?

-No lo sé. Lo único que puedo decir es que él estaba loco porque llegase la democracia para poder decir cosas que no pudo decir en la dictadura. Recuerdo que en una entrevista que le hicieron en ABC dijo que tenía preparada una pluma de oro para cuando llegase la libertad.

-Su legado de coplas es un hecho. Pero, ¿sus herederos cobran por sus derechos de autor después de tantos años?

-Eso lo tenemos controlado. Todavía recibimos dinero a través de la SGAE. Mi padre, como yo digo, sigue dejando dinero en casa.

-La familia tenía que compartir cariño con La Caleta, su amante.

-Era pasión lo que tenía por La Caleta. Él vivió de soltero en la calle Sacramento, a la vuelta de la plaza de las Viudas. Mi madre era de la calle San Bernardo, que llega hasta la puerta de La Caleta. Sus amistades estaban en La Viña. Y era un enamorado del mar. Además, el primer domicilio de casados estuvo en la calle Patrocinio. Todo le llevaba a querer a La Caleta como la quiso.

-De todas las que compuso su padre, ¿cuál es su comparsa favorita?

-¿Puedo decir todas? Me encantó 'Los forjaores', sería también porque iba mi hermano Paquito con la guitarra y muy jovencito.

-¿Y una copla?

-Son muchas, porque mi padre tiene un repertorio grande de letras de calidad. Pero así a bote pronto el pasodoble Se siente nostalgia que hizo cuando estaba fuera con la comparsa, No es que la luna de 'Los fígaros', la presentación de Los hombres del mar o el pasodoble de 'Los senadores romanos' que empieza Un buen amigo y paisano.

-¿Cree que se ha hecho justicia en Cádiz con Paco Alba?

-En el mundo del Carnaval creo que sí. En otros ámbitos se podría haber hecho más porque él se entregó a Cádiz.

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