Campos de Soria. Ya lo decía el poeta, Antonio Machado, en sus versos a la provincia castellanoleonesa, la que pisa desde ayer el Cádiz. 'Es la tierra de Soria árida y fría... La tierra no revive, el campo sueña', como decía el poeta y es objetivo del equipo amarillo: soñar con algo grande.

La 27ª jornada de LaLiga 1|2|3 presenta un Numancia-Cádiz que resulta muy atractivo por las aspiraciones de ambos contendientes y que supone un nuevo examen en los inesperados objetivos de ambos del ser o no ser en la pomada por el ascenso. Después de esta cita liguera quedará un mundo pero qué duda cabe la importancia que tiene el choque en el Nuevo Los Pajaritos.

El de este mediodía es el primero de los dos desplazamientos consecutivos a los que tiene que hacer frente el equipo. Soria y Oviedo. Pero, por partes, en la capital soriana se ve hoy las caras con un rival de los denominados antipáticos; el típico equipo que parece que no está pero que cierra bien, corre más que el balón y al final obliga a un gran desgaste para arañar algún punto. Valga como ejemplo el choque de la primera vuelta en Carranza, cuando resistió el empuje cadista, tuvo sus ocasiones y sólo dobló la rodilla al final en una acción en la que falló su portero.

Salir vivo de Soria sería un gran síntoma para el conjunto de Álvaro Cervera. Otra prueba superada en un escenario del que, en caso de empatar o ganar, se saldría con una dosis notable de prestigio y de temor para los adversarios. Y es que todos no pueden entonar aquello de yo no perdí en el Nuevo Los Pajaritos.

La dinámica de resultados del Cádiz en las dos últimas jornadas -derrota en Getafe y empate ante el Reus- no es la deseada pero las sensaciones de juego están por encima desde el análisis de que no mereció perder en el Coliseum Alfonso Pérez y pudo tumbar al cuadro catalán.

Lo de hoy es otra historia, un partido que nada tendrá que ver con los anteriores, y una exigencia que va en aumento a medida que avanza la competición en la categoría de plata. El ascenso y el play-off es una gloria de la que se restan peldaños semana a semana. La permanencia es una cascada en la que cuesta sujetarse en cada encuentro por la importancia de los puntos con el pozo esperando la caída de cuatro equipos. Para un objetivo u otro, nada que ver con la primera vuelta. Como se suele decir, ahora empiezan los partidos de la verdad.

El equipo de Álvaro Cervera se presenta en Soria con una novedad en la convocatoria, de la que se ha caído Migue González para que entre Sankaré. El senegalés causó baja ante el Reus debido al encuentro de sanción por acumulación de amonestaciones. Los 17 restantes son los mismos, lo que quiere decir que el preparador cadista no ve conveniente todavía exponer el brazo dañado de Garrido, que entrena ya sin una protección que quizás necesitaría en la competición oficial, en la que no le autorizan utilizarla. Los 18 jugadores que ayer pusieron rumbo a tierras sorianas son los siguientes: Alberto Cifuentes y Jesús Fernández, como porteros; Carpio, Servando, Aridane, Sankaré y Brian Oliván, como defensas; José Mari, Abdullah, Aitor García, Salvi, Álvaro García y Eddy Silvestre, como centrocampistas; y Rubén Cruz, Imaz, Aketxe, Ortuño y Dani Güiza, como futbolistas más ofensivos.

Salvo el caso de Garrido, el resto de descartes se debe a decisión del entrenador. Es decir, Iván Malón, Migue González, Luis Ruiz, Nico Hidalgo, Gastón del Castillo y Gorka Santamaría se han quedado fuera del desplazamiento sin estar lesionados o sancionados. Lo de Gastón del Castillo es una situación de lo más rara, pues tuvo unas apariciones en el filial contadas con los dedos de una mano hasta que también ha dejado de jugar con el equipo de Mere.

Otra lectura de la lista de convocados es que Santamaría sigue sin tener la presencia que desean tanto él como su club de origen, el Athletic de Bilbao, ya que contabilizando la jornada de hoy el mediapunta acumula seis semanas sin jugar. La apuesta por ahora es que Güiza sea la alternativa a Ortuño, respaldado por los fichados en invierno Aketxe e Imaz, que también tienen una clara tendencia ofensiva, y Rubén Cruz.

El choque frente al Numancia tiene, a priori, varias claves que pueden marcar su desarrollo. El equipo de Arrasate quiere tener la posesión y, al mismo tiempo, desactivar las principales armas cadistas. Saben que aunque esté agazapado y centrado en cerrar filas, cualquier salida amarilla por velocidad puede desequilibrar el marcador. Entiéndase en esta faceta la aparición de la mejor versión de Álvaro García y Salvi.

Otra cuestión a tener en cuenta pasa por las piezas más determinantes de los sorianos. Julio Álvarez, por ejemplo, ha dado una octava parte de los pases de su equipo y es el jugador con más partidos a su espalda en la presente campaña. Manu del Moral y Pablo Valcarce son otros referentes sobre todos por sus goles, nueve y siete, respectivamente. La definición pasa por ellos.

El juego aéreo en ambas áreas centra las miradas en Carlos Gutiérrez que, con más de 190 centímetros de estatura, supone un peligro en cualquier acción. No obstante por el momento le está dando mejor resultado en labores defensivas porque aún no ha estrenado su casillero de goles.

Cervera sabe lo que le espera en el Nuevo Los Pajaritos, donde no quiere dejar volar la ocasión de sumar para restar en la distancia hacia los 50 puntos. Y tampoco dejar volar el sueño que aún mira el cadismo de estar entre los mejores cuando acabe la jornada 42ª. Nadie lo dice pero se pelea por el ascenso cuando se puede, no cuando se quiere.Y este año se puede.