Decepcionado y crispado por la forma en que el equipo había quedado fuera de combate. El entrenador del Cádiz, Antonio Calderón, señalaba tras el partido que "en la ida fuimos superiores sin encontrar el camino del gol. Hoy -por ayer-, hasta el gol, jugamos como queríamos hacerlo, controlando al rival y creando ocasiones".

Pero cuando el conjunto amarillo se puso por delante el marcador las cosas se torcieron. El técnico explicaba que "con el 0-1 nos olvidamos de jugar con cabeza, toda la eliminatoria la habíamos jugado con corazón y cabeza, pero en el tanto del empate no defendimos bien la falta, que fue innecesaria, y ese tanto a ellos les dio vida". Las tablas a un gol seguía clasificando al Cádiz, aunque a última hora lo catalanes hacían el segundo eran ellos lo que se metían en el siguiente cruce. "No gestionamos bien los últimos minutos", subrayaba el preparador cadista.

El míster estaba ofuscado por la derrota y la manera en que se produjo. "Perder tiempo puede ser algo anecdotario, pero lo que no se puede perder es el centro de la defensa ni el centro del campo", recalcaba antes de insistir en algo a lo que todavía le daba vueltas. "Hicimos una falta innecesaria en un lateral del campo", la que dio origen al empate a uno, "y no supimos jugar el tramo final del partido. Lo que le pasó al Atlético de Madrid la noche anterior nos ocurrió a nosotros".

Calderón, todavía en caliente minutos después de consumarse el adiós del Cádiz al ascenso, aseguraba que "no hubo miedo a ganar, pero con el 1-1 nos complicamos la vida".

El mensaje que el técnico había transmitido a los jugadores en el vestuario una vez finalizado el choque tenía una doble vertiente. "Les he felicitado por los diez partidos que han hecho desde mi llegada al banquillo, y también que tras ponerse con ventaja en el marcador se les fue la cabeza. Lo que ha ocurrido es una lección para ellos que deben aprender".

Por la mente del gaditano pasaba una y otra vez la acción de la que nació el gol que metía en el partido a L'Hospitalet. "La falta que supone el 1-1 es de risa, nunca tenía que haberse hecho", soltaba Calderón a modo de desahogo y de lamento.

El estado de ánimo no era precisamente bueno tras la derrota. "Ahora estamos todos enfadados, lo que puedo asegurar es que hemos luchado de principio a fin", remarcaba el entrenador. En su opinión, el Cádiz acumuló méritos para estar en el sorteo de la siguiente fase. "Merecimos pasar la eliminatoria, pero en este tipo de duelos los detalles son los que deciden. Su delantero remató solo desde el punto de penalti". Se refería Calderón al tanto de la victoria del cuadro barcelonés. Cuando el Cádiz tenía la eliminatoria a su favor "había que estar quieto cuando ellos iban a la desesperada".

Calderón añadía, al final de su intervención, que "somos un buen equipo y se vio en el campo".