Cádiz CF

La contundencia del entrenador

  • Cervera ya le paró los pies a Güiza la pasada temporada y ahora pone firme a Barral

David Barral, en un entrenamiento con el Cádiz.

David Barral, en un entrenamiento con el Cádiz. / LOF

La sorpresiva ausencia de David Barral en el encuentro contra el Real Oviedo despierta preocupación por el motivo de su no presencia en el terreno de juego del estadio Carlos Tartiere. A las ocho bajas que tenía el Cádiz se le unió además la de su goleador pero por una causa totalmente ajena a razones médicas. El delantero, autor de cuatro tantos en un frenético arranque de temporada -tres en la Loiga y uno en la Copa del Rey-, se quedó en el banquillo castigado por el entrenador por un acto de indisciplina.

Fuentes cercanas al club informaron de que la medida tuvo su origen en el retraso del ariete a la hora de unirse al paseo que la expedición cadista realizó por las calles aledañas al hotel donde se alojaba. Esa es la versión oficial por más que pudiera considerarse excesiva la exclusión de un futbolista por el mero hecho de llegar tarde a una cita. ¿Hubo algo más que no ha trascendido? El caso es que Álvaro Cervera demuestra una vez más que no se casa con nadie, ni siquiera con el jugador que marca la diferencia en el comienzo de curso. Hay unas norma internas que todos deben cumplir y el que no lo haga sufre las consecuencias de manera contundente. No le tiembla el pulso al técnico, que va a muerte con sus jugadores pero también les exige el máximo.

Cervera ya demostró la pasada campaña su firmeza en el vestuario cuando dejó a Dani Güiza sin convocar durante varias jornadas después de que el delantero internacional deslizara su malestar en las redes sociales. El preparador cadista explicó entonces que si no citaba al jerezano era por cuestiones técnicas, pero lo cierto es que había algo más. Cuando las aguas volvieron a su cauce, Güiza volvió a ser citado por el míster.

Ahora está por ver si el caso Barral es sólo un episodio o va más allá. Todo apunta a que el club multará al isleño y el interrogante que se abre es si será convocado para jugar contra Osasuna el miércoles en el duelo copero. El Cádiz anda escasos de efectivos arrastrado por las lesiones, pero ya está más que demostrado quién manda en el vestuario y si es necesario jugará un chaval del filial antes que tolerar un acto de indisciplina.

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