La joven tiene una edad mental de 9 años. Reside en un centro de Afanas. Hace poco más de un año acudió a la Audiencia a contar cómo su padre abusaba sexualmente de ella y su madre no sólo lo consentía sino que la amenazaba con represalias si revelaba lo que estaba sucediendo en su casa, en Barbate. Ayer regresó a la Audiencia. A otro juicio. En el banquillo se sentaba esta vez un tío suyo. La joven relató que su tío la desnudaba y la violaba. La fiscal solicitó para el procesado 14 años de prisión. La defensa reclamó la absolución: adujo que la joven incurrió en contradicciones.

Los padres de la joven se encuentran en prisión. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz los condenó a seis años, un mes y quince días de cárcel por varios delitos.

La sentencia explicaba que los seis hijos de esa pareja recibían golpes sin motivo, palizas. Y que a la joven que ayer señaló también a su tío como agresor sexual, le daban de comer las sobras. En ese domicilio familiar había una depravación ambiental severa, afirmaba la resolución.

Un tribunal de la Sección Tercera afrontó también ayer la segunda parte del caso: la del tío de la joven, vecino de la familia. El procesado negó haber violado a su sobrina. Atribuyó la denuncia a una venganza de los padres de la joven. Él, dijo, facilitó información en su día a los Servicios Sociales sobre cómo eran tratados los menores por sus padres. La respuesta fue la denuncia que lo ha llevado al banquillo, anotó el hombre, que se encuentra en libertad.

La joven declaró oculta tras una mampara de la vista del procesado. Hizo un relato entrecortado, difícil de seguir, con silencios y con datos contradictorios: dijo, por ejemplo, que el acusado no la desnudaba y a continuación que sí la desnudaba. Tras las preguntas de la fiscal y del abogado defensor, el presidente del tribunal intentó con paciencia aclarar el testimonio de la joven. Como hables de esto, te vas a enterar, explicó ella que le decía su tío.

Una hermana de la supuesta víctima declaró ayer como testigo y fue explícita: su hermana le contó lo que su tío le hacía cuando acudía a su casa; que la tiraba sobre la cama y le hacia lo que quería; se lo contaba llorando, bastante asustada; a ella misma también su tío intentó hacerle cosas repetidamente pero ella lo frenó. "Él cree que yo no me acuerdo de esas cosas pero me acuerdo de todo", dijo. La pareja del procesado, tía carnal de la joven denunciante, se acogió ayer a su derecho a no declarar en el juicio.

Dos psicólogas que ya declararon en el juicio a los padres de la joven explicaron que no descartan que la menor sufriese otros episodios de abusos o agresiones sexuales además de los del padre pese que a ellas, en su día, les respondió que no, que nadie más la había tocado. Cuando la entrevistaron, se mostraba reservada, con silencios prolongados, agachaba la cabeza. Su miedo era tal, que pensaron que estaba contando sólo una parte de lo que le había ocurrido, comentaron las dos psicólogas. La defensa cuestionó ese peritaje. "Con los psicólogos cabe todo, todo es posible. Dicen una cosa y la contraria", dijo el abogado en su alegato. Una niña de 9 años con problemas de memoria no recuerda qué ocurrió hace cuatro o cinco años, agregó.