El estreno de la película Asesinato en el Orient Express ha generado una expectativa no sólo cinematográfica

Asesinato en el Orient Express

Imagen de la película Asesinato en el Orient Express. Una película que exhibe parte de su vestuario en el Museo del Ferrocarril de Madrid. FOX/EFE

Imagen de la película Asesinato en el Orient Express. Una película que exhibe parte de su vestuario en el Museo del Ferrocarril de Madrid. FOX/EFE

La llegada al cine de uno de los libros de la escritora Agatha Christie, ha supuesto un gran revuelo no sólo a nivel cinematográfico. El ambiente en el que la autora envuelve sus obras en los que el misterio y la sofisticación se unen para recrear una atmósfera, donde la élite de la sociedad esconde muchos trapos sucios, hace que el traslado de las páginas a la pantalla sea una gran apuesta estilística.

El vestuario del Orient Express

El director y actor Kenneth Branagh ha sido el último en versionar uno de los mejores escritos de la autora británica, Asesinato en el Orient Express, que ya en 1974 llevó a la gran pantalla, Sidney Lumet, una historia atemporal sobre un crimen por resolver, del que todos son sospechosos.

Un ambiente excelente, el del famoso tren que parte de Estambul, y un vestuario maravilloso con el que se recrea una época y que define cada uno de los personajes. Alexandra Byrne, la diseñadora de vestuario, ha sabido cómo captar la sencillez de Pilar, el personaje interpretado por Penélope Cruz, una mujer que reniega de sus formas femeninas y por ello el vestuario debe ser escogido a conciencia. Piezas que la diseñadora de vestuario sacó, para darle el mayor realismo, de una tienda de disfraces en Canadá.

Un diseño de vestuario , totalmente ecléctico, según cuenta Byrne, que en sí mismo “es como una novela de misterio”, para el que tuvo que realizar una gran labor de investigación y de lecturas contrapuestas pues “no quería revelar demasiado de los personajes a través de él, pero a la vez, había que proporcionarle integridad y mucha verdad”.

Una razón que le llevó hasta la sastrería española Cornejo, especialista en vestuario de cine y teatro y de cuyos fondos se llevó parte para vestir a algunos de los actores secundarios y figuración.

Vestidos de noche y de paseo, trajes de caballero con alzacuellos, pasando por accesorios y complementos de los años 30' están situados en los andenes de una estación, rodeados de un entorno singular son los que ahora forman parte de una exposición en el Museo del Ferrocarril de Madrid, que permanecerá abierta hasta el 3 de diciembre.

Alexandra Byrne revela que en la confección del vestuario realizó una división de estilos, una para estadounidenses y otra para europeos. Una confección que la entusiasmó, pues “fuimos capaces de encontrar tela original de los años treinta, una referencia genial para lo que estábamos intentando conseguir”, ha comentado.

La productora de la película, Fox, ha aprovechado el estreno para exhibir parte del vestuario en un entorno inolvidable y muy a propósito como el Museo del Ferrocarril de Madrid donde, además, se encuentran dos vagones-restaurantes que pertenecieron a la Compagnie Internationale des Wagons-Lits, la empresa impulsora del Orient Express, decorados con preciosismo y en los que se han acondicionado espacios gastronómicos en los que poder degustar un menú actual, en una atmósfera del siglo XIX.

EFE

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