Diario Cofrade

'Yo soy del grupo joven'

  • Decenas de chavales viven la hermandad en primera línea

  • Son parte fundamental del entramado cofrade y su papel cada vez cuenta más

Los hemos visto pinchando claveles cuando esta semana hemos ido a la iglesia a curiosear y tomar el pulso a los preparativos de las hermandades para sus salidas procesionales. También emocionarse al saber el puesto que tendrán en el cortejo. Llevan las insignias de nuestras cofradías, las secciones de los hermanos de fila... Y muchos -es palpable- son incapaces de aguantar la emoción en la primera levantá o cuando el Cristo hace su entrada en el templo, ya de recogida. Son nuestros grupos jóvenes. Indispensables en toda hermandad desde que se crearan allá a mediados de la década de los 70, cuando recibían el nombre de juntas auxiliares. Una pieza fundamental de las hermandades. Y no es ninguna exageración decir que un apoyo esencial para las juntas de gobierno. Sobre todo en estos días de tanto ajetreo y tanto trabajo. Ellos siempre están ahí, plenamente dispuestos. Y además con una ilusión verdaderamente envidiable hacia todo lo que rodea a su cofradía.

Muy pocas son las hermandades que carecen de grupo joven en La Isla. Y las que no lo tienen están en ello. Lo cuenta María del Carmen Paramio Gómez, que desde el pasado mes de julio lleva la vocalía de juventud de la permanente del Consejo de Hermandades. No hay un censo exacto pero el total de chavales adscrito directamente a los grupos jóvenes de cada una de las 27 hermandades que existen en la localidad puede rozar perfectamente el medio millar. "La media -explica Paramio- suele estar en 15 miembros, aunque los hay que son mucho más numerosos". En el último encuentro anual de jóvenes que se realiza ya desde hace unos años se dieron cita unos 200 jóvenes.

Desde la vocalía de Juventud del Consejo se intenta impulsar su papel como colectivo

El reto que se ha propuesto esta vocalía del Consejo es unirlos a todos, hacer que se conozcan entre sí y que conozcan mejor a las hermandades de La Isla, que el colectivo vaya, por así decirlo, más allá de los límites de cada una de las hermandades. Para ello han puesto en marcha una nueva experiencia -relata Carmen Paramio- que pasa por hacer convivencias mensuales. Están empezando a hacerlo. Por ahora, han sido cuatro las hermandades que lo han hecho y la iniciativa se ha saldado con un resultado muy bueno.

Aunque hay más ideas sobre la marcha de cara al futuro. Entre ellas, adelanta, una peregrinación a la aldea del Rocío que se quiere hacer coincidir con la celebración del aniversario del Consejo de Hermandades.

Hay además -apunta- otro fenómeno que cada vez está más extendido en el seno de las cofradías. Se trata de los grupos infantiles, en los que se reúnen a los niños con edades más tempranas, que difícilmente encajan en un grupo joven pero que tienen aquí también su espacio cofrade. Es algo -admite la vocal de juventud del Consejo- que hay que tener cada vez más en cuenta.

Con los jóvenes se trata, en gran medida, de darles su sitio en el ámbito de las cofradías. Después de muchos años en el seno de cada una de las hermandades han conseguido ese reconocimiento. Hoy todas las juntas de gobierno son plenamente conscientes del valor que suponen y de la importancia que tiene cuidar esa savia nueva para asegurarse la continuidad de la hermandad de cara al futuro. Ahora, desde esta vocalía del Consejo se trata de dar un nuevo impulso a la juventud cofrade e implicarlos más. Por ejemplo, explica su responsable, en el vía crucis de la Cuaresma que presidió la imagen de Jesús Nazareno asumieron una participación activa portando la cruz durante el rezo de las estaciones. Eso hizo también que se comprometieran más. Es el camino.

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