Dos novias en capilla. El próximo año 2018 deparará -al menos de momento- dos bodas reales: la de Carlota Casiraghi en Mónaco, y la del príncipe Enrique de Inglaterra. A punto de producirse, en ambos casos, los anuncios de sendos compromisos oficiales, quedan numerosos detalles por cerrar, como las fechas y los tipos de ceremonias que serán. Sin embargo, lo que no pasa desapercibido, es que serán dos enlaces muy sonados en el panorama rosa.

En Toronto, hace un mes, durante la celebración de los Invictus Games, Enrique de Inglaterra y su novia Meghan Markle se dejaron fotografiar por primera vez juntos en público. Sin duda, el momento ideal para su primera aparición pública; es la ciudad en la que ella y son los juegos que él abandera. Pese a que no hubo besos ni demasiados gestos de cariño, sí los hubo de complicidad. La actriz de Suits y el nieto de Isabel II posaron por primera vez para los medios del mundo entero y hasta hubo fotos semirrobadas con la suegra.

Mientras Meghan Markle y Enrique llevan tiempo saliendo, la hija de Carolina sólo lleva 7 meses con su novio

Poco más de un mes después, y tras anunciarse a bombo y platillo que el anuncio de compromiso oficial era inminente, no hay ni rastro de ella. Enrique bromeó sobre el tema esta semana en un evento público cuando un asistente le preguntó por el paradero de su novia, aún no prometida oficialmente. Y la respuesta nos ha dejado aún más confundidos. Este invitado cogió el micrófono y le preguntó dónde estaba su chica y por qué no estaba allí (era un importante acto con castrense). "Le pregunté que si vendría la próxima vez porque ella es genial y me dijo que no la podía esconder en ninguna parte. Yo le respondí que no debía esconderla", relata este ex soldado. "A mí me encantaría conocerla, creo que es perfecta. Él es un hombre muy afortunado y ella es brillante", contó el inesperado protagonista de la jornada.

Quizás Enrique, con su contestación, esté arrojando una sutil pista sobre el paradero de Meghan estos días. Lo cierto es que se rumorea que la intérprete ha abandonado el rodaje de Suits para instalarse en Londres, y que estaría empezando a prepararse para ser princesa con un inmejorable mentor: el propio príncipe. Pero el calendario oficial de los Windsor estaría retrasando el anuncio del compromiso y la boda de esta pareja; en breve se celebrará el 70 aniversario de bodas de Isabel II y Felipe de Edimburgo, la duquesa de Cambridge vuelve a estar embarazada... ¿Esperarán a que su cuñada haya dado a luz para celebrar su enlace? La pregunta todavía está en el aire.

Si puede haber una boda en 2018 que compita con la del príncipe Enrique en Reino Unido, ésa será la de la princesa Carlota de Mónaco. La pompa y el boato que probablemente caracterice el primer enlace, no será nada frente al glamour del que siempre suele hacer gala la familia real monegasca. Lo único cierto hasta la fecha es que Carlota está feliz. Desde hace algo más de siete meses sale con el productor y director de cine francés Dimitri Rassam, y en este tiempo no han dejado de viajar de un lado a otro. Ya sea por placer o por motivos de trabajo, el hecho es que siempre parecen tener la maleta lista. Y casi siempre les acompaña el hijo de ella, Raphaël. Su último destino esta misma semana ha sido California, y en concreto Los Ángeles, donde la princesa se ha dejado ver en la gala Lacma Art + Film con un vestido de estilo años 30 de Gucci, en satén tornasolado con un delicado trabajo de pedrería en plata.

El nuevo amor de la hija de Carolina de Mónaco, Dimitri Rassam, es hijo de la actriz francesa Carole Bouquet, precisamente buena amiga de la princesa Carolina. El próximo jueves cumplirá 36 años (31 tiene Carlota), está separado y tiene una hija, Daria, de seis años, nacida de su matrimonio con la modelo rusa Masha Novoselova. Fuentes cercanas a la pareja afirman que Carlota y Dimitri, a pesar de salir desde hace pocos meses, ya tienen planes de boda. 2018 puede ser el año propicio para pasar por el altar.