comparsa

El huerto

El tipo. Espantapájaros. las coplas. Muñecos que sufren atados a sus cruces. Espantapájaros que desean volar en libertad y que vigilan su huerto de tanto pájaro ladrón... pero al final todo se resume en el amor. La comparsa de Almería da un paso atrás en su segunda participación con un repertorio gris. La música del pasodoble no atrapa por enrevesada y por tristona. Tampoco se ve favorecida esta composición por las letras que la acompañan. En la primera, se pierde el hilo al explicar que estos muñecos de paja son "la cruda pesadilla de todos tus sueños", para pasar a ser los protectores del fruto frente a "los cuervos ladrones de la sociedad" y dar un giro final para dirigirse al Gobierno. Un gran lío. Mensaje apocalíptico en el segundo, en el que hablan de los grandes avances de la humanidad, el negocio con la fabricación de virus y sus antídotos, el mercadeo con las armas o la invención de atentados -tal cual-. Todo esto en un mundo "que no tiene ni puta idea de dónde se encuentra". Espantan con los cuplés al guantazo que les mete el cuervo por venir al COAC y a los gin-tonics modernos -imagínense con qué lo remueven-. Popurrí tedioso. Más vale pájaro en mano...

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Puntuaciónes COAC 5 / Miguel Guillén

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