rumbo al ascenso

Cuando falta Garrido...

  • Los dos pinchazos del Cádiz en la segunda vuelta en el Carranza, ambos con marcadores que el domingo significarían no ascender, se produjeron con la ausencia del pivote vasco.

El Cádiz tendrá que acabar el domingo con el gafe que supone jugar sin Jon Ander Garrido en el Ramón de Carranza, ya que los dos pinchazos que como local ha sufrido en la segunda vuelta de la Liga se produjeron con el centrocampista vasco fuera del equipo. Un dato preocupante; un reto para el decisivo choque ante el Real Oviedo.

Salvo una decisión inesperada por parte del Comité de Competición para la Segunda B, Garrido será sancionado esta semana con un partido con motivo de su expulsión por doble cartulina amarilla en el Carlos Tartiere. La entidad ha presentado recurso a la segunda tarjeta, motivada por el gesto del vasco apartando a Cervero cuando éste no atendía debidamente a Mantecón, aquejado de problemas en un gemelo.

La historia más reciente, la de la presente campaña, corre en contra de los intereses amarillos en lo que se refiere a una baja de Garrido. Dos patinazos ha sufrido el equipo de Claudio Barragán en la segunda vuelta jugando delante de sus incondicionales. Uno, en la jornada 29ª con el Cádiz-Sevilla Atlético (0-2); y otro, en la 33ª con el Cádiz-Balona (2-2). Se da la circunstancia de que estos dos marcadores provocarían el próximo domingo que el Cádiz se quedara sin el ascenso por la 'vía rápida'. Y existe el dato más que preocupante de que ambos encuentros no los jugó el centrocampista procedente del Barakaldo. En este caso podría valer aquello de que "sin Garrido, ¿no hay paraíso?" O "cuando falta Garrido...", como reza al titular de esta información.

En los otros pinchazos del Cádiz como local en la fase regular recién concluida (1-1 ante El Palo y el Granada B, y 0-0 ante La Roda), Garrido no participó en el choque ante La Roda, mientras que sí jugó contra El Palo y el Granada B. No obstante, uno de esos tres marcadores daría el ascenso y los otros dos igualarían la eliminatoria.

Desde el Cádiz se trata de quitar hierro al asunto de la ausencia de Garrido aunque, como se suele decir, la procesión va por dentro. Por altura, por equilibrio, por físico... y por otras cosas muy diferentes a lo que hizo en la jugada que provocó su expulsión, el vasco es una pieza casi insustituible dentro del equipo.

El domingo estará muy fresca la baja del vasco y pasará por la mente de los aficionados los pinchazos ante el Sevilla Atlético y la Balona, partidos que se tuvieron que afrontar sin este jugador.

El desenlace de la eliminatoria pondrá de manifiesto si no tener disponible a Garrido es determinante o, por el contrario, el equipo tiene la virtud de sobreponerse a la falta de un futbolista imprescindible.

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