Como si no hubieran transcurridos 18 días, el Cádiz regresó ayer al trabajo con mucho por hacer y la alegría de un ascenso reciente que abre una temporada ilusionante. Los héroes del salto de categoría, casi todos, y el cuerpo técnico, también casi todos, acudieron a las instalaciones de El Rosal, aunque otro grupo de futbolistas tuvo cita con el médico para pasar reconocimiento. Todo ello con una temperatura alta que ayer se mezclaba con el molesto viento de levante.

La realidad es que la actividad ha vuelto a la ciudad deportiva de manos de la primera plantilla. Era día de reencuentros, de saludos con los cedidos que regresaban, de echar en falta a los que no están y de ver la nueva imagen de David Sánchez, ya alejado de su media melena tan típica que siempre le acompañaba.

Abrazos dentro y fuera del vestuario entre futbolistas y miembros de la secretaría técnica, bromas y un ambiente extraordinario de todos a pesar de que el futuro de algunos jugadores no es seguro vestidos de amarillo.

La sesión se desarrolló en el campo 4 de las instalaciones de El Rosal y contó con el trabajo habitual del inicio de la pretemporada, alternando el equipo la carga física con la técnica, ya que el balón está presente desde el primer día.

Los jugadores que ayer pasaron el reconocimiento médico en Fremap serán los que hoy se vistan de corto; y los que ayer entrenaron tendrán cita con los profesionales sanitarios.

El primer fichaje oficial del equipo, Aitor, debe llegar esta tarde a la capital gaditana para unirse cuanto antes a los entrenamientos como integrante de la primera plantilla del Cádiz.