Del todo a la nada. Es la trayectoria que lleva hasta el momento en la presente temporada Tomás Sánchez. El canterano, que cumple su cuarta campaña consecutiva en la primera plantilla, ha desaparecido de la competición oficial desde que el 25 de octubre jugara contra el San Roque de Lepe. Desde entonces, grada y más grada con motivo de la recuperación de Andrés Sánchez y la apuesta de Claudio Barragán por meter en la convocatoria a Luis Pavez. El futuro es una incógnita para el algecireño, que ahora mismo parece llamado a ser el tercer lateral izquierdo del equipo.

La temporada empezó de forma favorable para el futbolista formado en las canteras de Algeciras, Taraguilla y Cádiz, ya que fue titular indiscutible durante las diez primeras jornadas de Liga. Un total de 894 minutos -todos salvo los seis último del día del Algeciras- que le hicieron ser hasta ese momento uno de los líderes en cuanto a participación. Además, Tomás jugó los tres encuentros completos de las tres primeras eliminatorias de la Copa del Rey. Fue fijo en Murcia, en el feudo del Mensajero y en Carranza ante el Laredo.

La realidad es que la situación pintaba de cara para el joven jugador, que hoy cumple 22 años, al estar Andrés Sánchez lesionado y Luis Pavez en su país, ya que el chileno fue el último fichaje del verano y el que más tarde se incorporó al equipo. Tomás jugaba porque no había otro. Era así y los hechos actuales confirman esta reflexión. No se puede hablar de un rendimiento brillante por parte del algecireño, que desde que está en el equipo profesional apenas ha rozado ese nivel. Tomás cumple, si bien hay veces que salen a relucir carencias que le señalan de forma preocupante. Recordada es su defensa en Carranza en el gol del Oviedo en la vuelta de la eliminatoria de campeones. Esos detalles provocan que siempre tenga la lupa encima y que exista la sensación de que le falta recorrido para llegar a ser el lateral izquierdo indiscutible del conjunto amarillo.

A excepción de la campaña 2013-14, en la que las lesiones le dejaron prácticamente el año en blanco, lo que le está sucediendo a Tomás ahora no es nuevo desde su salto al Cádiz. En su primer año como profesional -apuesta de Alessandro Gaucci a pesar de que el zaguero ni siquiera había pasado por el Cádiz B-, procedente del juvenil A, jugó como titular los primeros cinco encuentros de Liga a pesar de sus 19 años y de tener a competidores más expertos para esa demarcación. No apareció por el equipo hasta la jornada 13ª, volvió a salir en la 15ª y se pegó cinco semanas sin oler el once. De nuevo jugó entre la 20ª y la 27ª, aunque a partir de aquí y hasta la jornada 38ª apenas tuvo seis incursiones. Pese a todo no fueron malos números el año de su estreno, pues todos los canteranos no pueden presumir de alcanzar los 24 partidos en su primera campaña como profesional.

Después de las lesiones que le marcaron en la 2013-14, en la siguiente temporada -la pasada- fue indiscutible las 14 primeras jornadas y en la primera ronda de la Copa. Sin embargo, entre la jornada 15ª y la última (38ª) disputó sólo diez partidos. A esta cifra hay que unir tres de la fase de ascenso (los dos del Oviedo y el de vuelta ante el Athletic B).

Y esta campaña ha sido fijo en las diez primeras citas ligueras y en las tres rondas iniciales de Copa. Desde entonces, si te he visto no me acuerdo.