El respeto salió victorioso del combate nulo que libraron el Albacete y el Cádiz. Visto lo visto, el marcador no podía ser otro que 0-0. Las dos escuadras se conocían demasiado bien como para sorprenderse y además guardaron sus respectivas áreas con eficacia, aunque los locales buscaron más el gol (sobre todo después del descanso) por aquello de que ejercía de anfitrión, eso sí, sin mostrar hechuras de equipo superior al gaditano ni mucho menos. Nada que ver con el poderío y la pegada del Castilla.

Manchegos y andaluces protagonizaron un feo encuentro en el que lo más destacado fue el resultado, en principio favorable, para un equipo amarillo que dispondrá de noventa minutos en el estadio Ramón de Carranza para intentar decantar la eliminatoria a su favor. Esa es la ventaja de disputar la vuelta en casa, aunque para llegar al último tramo del playoff el equipo de Jose González deberá andar más despierto en labores ofensivas, sin descuidar las destructivas. El cuadro gaditano encaró el choque con mentalidad defensiva, con la intención quizás de borrar de una vez ese doloroso 8-1 del cruce anterior, pero se olvidó de mirar la portería contraria. Y es que el Cádiz no realizó un solo disparo entre los palos, un pobre bagaje aliviado por el cerocerismo del adversario.

El equipo amarillo fue de más a menos en el choque. Firmó una primera parte decente, en la que incluso tuvo opciones de marcar, y se sumergió en la nadería tras el descanso, con continuas pérdidas de balón, hasta el punto de que Aulestia se convirtió en el mejor jugador visitante. El Albacete, sin hacer nada del otro mundo, dispuso de un par de ocasiones claras resueltas con solvencia por un acertado guardameta que sin duda fue el mejor jugador del conjunto gaditano.

Jose González alineó a Goikoetxea en lugar de Baquero como pareja de Murillo en el centro de la defensa. El zaguero vizcaíno salió airoso en su vuelta a la titularidad, no se complicó la vida y actuó con rapidez al corte.

El Cádiz volcó sus acciones ofensivas sobre la banda izquierda durante toda la primera parte, con un Ikechi especialmente activo. El hijo del viento desbordó una y otra vez a su par, pero se atascó a la hora de centrar o rematar. El primero, sin embargo, en buscar puerta fue Cases con un disparo a los cuatro minutos que se marchó alto.

No sufrían los amarillos hasta que el Albacete asustó de verdad justo cuando el luminoso alcanzaba el cuarto de hora de juego. El arcense y excadista Zurdo entró como Pedro por su casa por la banda izquierda y sirvió el esférico a Calle, que en boca de gol remató fuera junto a un palo cuando la grada cantaba el primer tanto de su equipo.

El combate no podía estar más equilibrado hasta que los manchegos pusieron una marcha más al filo de la media hora. El renqueante Tete y Adriá entraban en acción y cercaban el área visitante hasta que el Cádiz conseguía sacudirse el dominio a base de contragolpes.

El partido avanzaba sin dueño . De pronto apretaban los locales que corrían la contra los gaditanos. Goikoetxea evitó el remate de Calle a centro de Adriá antes de que los amarillos avisaran de nuevo con una clara ocasión desperdiciada por Ikechi. El extremo tuvo el gol en sus botas. Se escapó por velocidad de Alba y Noguerol, se plantó solo ante Miguel pero disparó fuera con todo a favor poco antes del descanso. Hubiera uno de esos llamados goles psicológicos en la que acabaría siendo la oportunidad más clara del Cádiz en los noventa minutos.

El Albacete salió en tromba tras el intermedio. En un minuto creó dos oportunidades por medio del habilidoso Sergio Molina y Adriá. Los pupilos de Jose seguían intentándolo a la contra, pero fallaban en el último pase, el más importante, como le ocurrió a Ferreiro cuando Juanjo estaba bien posicionado para el remate. Esa fue casi la única aproximación cadista a la meta local en la segunda parte.

La escuadra manchega, sin hacer nada del otro jueves, generaba peligro empujada por su animoso público, aunque ahí estaba, esta vez sí, Aulestia para salvar al Cádiz. El meta vasco sacó se estiró al máximo para repeler un misil de Rocha que en encaminaba al interior de la portería.

Los amarillos se diluían con el paso de los minutos. Desaparecían del mapa, todo los pases eran fallidos y la centralita del equipo -Héctor Yuste y Óscar Pérez- se bloqueaba. El Cádiz era incapaz de merodear el área albaceteña y sólo le quedaba el recurso del balón parado al que tampoco supo sacar partido.

Aulestia era uno de los poco cadistas atinados y de nuevo evitó la derrota de su equipo al desviar con la mano un centro chut que había rebotado en un defensa. Juanse y Moke aportaron frescura y Akinsola, sustituto de Cases, lo intentó sin éxito.

Árbitro: González Fuertes (asturiano).

Tarjetas: Amarillas Por parte del Cádiz: Murillo (23'), Óscar Pérez (62'), Ikechi (74') y Juanjo (80'). Por parte del Albacete: Noguerol (22') y Rocha (63')

Incidencias: Encuentro correspondiente a la ida de la segunda eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda División A disputado en el estadio Carlos Belmonte ante 10.581 espectadores, entre ellos algo más de 600 aficionados cadistas.