La afición del Cádiz es de Primera. Es un tópico que no cansa. Lo demostró ayer por enésima vez y desde bien temprano. Por algo ha sido elegida la mejor de LaLiga 1|2|3. En el primer día de organización de la expedición a Sevilla se completaron ¡53 autobuses! Traducido en entradas, unas 2.800 vendidas para los pasajeros de los autobuses más otra cantidad importante a hinchas que se desplazarán con sus vechíulos. Más de 3.000 volaron ayer aunque todavía quedan. El Cádiz recibió del Sevilla una remesa de 5.000 entradas y pidió 2.000 más para que nadie se quede sin su localidad.

La pasión cadista se desató a la seis de la mañana. A esa hora empezó a formarse una cola delante de las taquillas del estadio Ramón de Carranza que no paró de crecer a lo largo de la mañana hasta dar la vuelta a las instalaciones. Las taquillas abrieron a las diez pero la hilera de seguidores no paraba de aumentar. Los empleados del club no daban abasto ante la movilización en masa del cadismo. Difícil ver algo igual. En la conciencia colectiva emerge la relevancia de uno de los partidos claves de la temporada, que puede suponer el espaldarazo definitivo a la fase de ascenso. El caprichoso destino del calendario coloca ese encuentro tan importante cerca de la capital gaditana. A 121 kilómetros. En Sevilla, en un escenario de Primera como es el Ramón Sánchez Pizjuán, todo un guiño al objetivo de un equipo que no se pone límites ante una oportunidad de oro que mantiene activa la llama de la ilusión.

Se dan todas las circunstancias adecuadas para una masiva peregrinación a Nervión el próximo sábado. Duelo vital, proximidad geográfica, precios económicos de las entradas, autobuses gratis para los abonados y baratos para los que no lo son. Como para no apuntarse.

La expectación que ha levantado el partido está a la altura de la envergadura de un envite que puede suponer el paso casi definitivo para el play-off en caso de victoria visitante. Necesita ganar el Cádiz. No lo tendrá fácil el conjunto de Álvaro Cervera ante un filial sevillista ya salvado, plagado de juventud y calidad, que se hace fuerte cuando ejerce de anfitrión.

La entidad cadista fleta autobuses sin limites para todos los aficionados, con un viaje que es gratis para los abonados, que sólo pagan los 5 euros que cuesta la entrada. El precio para los acompañantes de los no abonados es de sólo 7 euros -entrada incluida- y para el público en general es de 10 euros -incluida la localidad-. Al cierre de la jornada de ayer se habían vendido billetes para completar 53 autobuses. Poco después de las 12 del mediodía ya estaban llenos 18. Pasadas las dos ya eran 23. A las cinco eran 30, que subieron a 37 dos horas más tarde, a 40 cerca de las ocho, a 47 a las nueve y a 53 antes de las diez. Una auténtica locura. La demanda llegó a tal extremo que el club, que había establecido horario de venta de mañana y tarde, decidió mantener abiertas las taquillas durante todo el día y las cerró mucho más allá de la previsión inicial de las ocho.

Muchos seguidores comenzaron ya el partido con una paciente espera en la cola. El tiempo se detiene cuando animan al equipo de sus amores, del que esperan todo lo mejor sobre el césped el sábado en la hora de la verdad. No todos adquirieron plazas de autobús. Los hubo que se conformaron sólo con las entradas para después viajar por su cuenta. En ese caso, el precio de las localidades es de 5 euros para los abonados y 10 para los que no lo son. La autopista será testigo de un considerable trasiego de coches en un trayecto de ida y vuelta. Es imposible precisar cuántos cadistas se darán cita en Nervión. ¿3.000, 4.000, 5.000, 6.000...?En el Sánchez Pizjuán juega el Cádiz uno de los partidos que pueden marcar el devenir de la temporada. La afición es de Primera. Sólo falta que el equipo también lo sea. En ello está. Sin urgencias. Nadie olvida de donde viene el Cádiz. Con ilusión y ganas porque nada es imposible, y menos con una afición que estará con los suyos cuando más falta hace.

Las taquillas están abiertas hasta el viernes, de 10 a 14 horas y de 17:30 a 20 horas. Los autobuses saldrán en dirección a Sevilla el sábado a las dos de la tarde desde el recinto interior de la Zona Franca.

En el Sánchez Pizjuán juega el Cádiz uno de los partidos que pueden marcar el devenir de la temporada. La afición es de Primera. Sólo falta que el equipo también lo sea. En ello está. Sin urgencias. Nadie olvida de dónde viene el Cádiz. Con ilusión y ganas porque nada es imposible, y menos con una hinchada que estará con los suyos cuando más falta hace. El Sevilla está dando facilidades al Cádiz hasta el extremo de que los cadistas residentes en la capital hispalense podrán ubicarse situarse en la zona visitante mediante la solicitud de entrada por correo electrónico.

El club blanco tampoco quiere que su estadio se convierta en un mini Carranza y dará acceso gratos a sus abonados, que además dispondrán de una promoción de dos entradas a 10 euros. Es el último partido en casa del filial y el Sevilla quiere que sirva de homenaje por su gran campaña.

Se prevé una notable afluencia de público -quizás la más numerosa de la temporada- y por ello la entidad de Nervión abrirá también la grada de Fondo Norte, cuando lo habitual para los partidos de filial es habilitar sólo las zonas de Tribuna. La afición cadista será ubicada en la Grada Alta de Fondo Sur y sus entradas sólo se pueden adquirir a través del Cádiz.