Si hay un futbolista dentro de la plantilla cadista que siempre ha ofrecido un discurso optimista a pesar del constante coqueteo con los puestos que conducen a Tercera División, ese es Wilfried Moke, que ayer por enésima vez en la presente temporada habló de ir sumando puntos para alejarse del peligro y, al mismo tiempo, poder recortar la distancia con los puestos de play-off, una meta que es toda una obsesión para el jugador de origen congoleño. Pero antes que nada ni de pensar en logros que parecen imposibles, el auténtico comodín de la plantilla se sitúa el cuchillo entre los dientes para acudir al campo de un equipo, el Arroyo, al que "le tengo ganas", tal y como admitió ayer en rueda de prensa.

Moke era de uno de los jugadores que en la sesión preparatoria del pasado miércoles se retiró antes de que ésta acabara como consecuencia de unas molestias en los isquiotibiales, si bien ante los medios desveló que no había motivos por los que alarmarse. De hecho, ayer se ejercitó con absoluta normalidad de inicio a fin. "Físicamente, me encuentro bien. Es verdad que últimamente estoy pasando por un pequeño bajón y tuve esas molestias, aunque ya estoy bien", recordando que el pasado domingo "antes de que Luque pidiera el cambio, estuve a punto de solicitarlo pero aguanté", prosiguiendo con una autocrítica que decía: "Ante el Cacereño no salí contento con el partido; yo soy el primero que lo sabe y lo reconoce".

Entró en materia sobre el objetivo del equipo, un tema del que nunca ha huido esta campaña para exponer su opinión más personal. "Lo primero es mantener la categoría, ya que no se puede pensar otra cosa. Pero mi discurso no va a cambiar; estamos a ocho puntos de la fase de ascenso, no hay margen para fallar, pero es un dato que está ahí. No quiero entrar en un discurso pesimista porque cuando ganamos se indica que estamos a tantos puntos de la permanencia pero no se dice lo que hemos recortado a la zona alta", se lamenta.

Para Moke, nombrar al Arroyo es hablarle de la bestia negra del equipo amarillo en la presente campaña. Lo sabe y, aunque trata de ocultarlo, tiene sed de venganza. "Nos eliminaron en la Copa del Rey y nos pintaron la cara en el Carranza. Le tengo muchas ganas al partido aunque, además, los tenemos detrás y es clave ganar. El Arroyo -continuaba- no es un equipo que juegue tocando porque lo hace directo. Sabemos que habrá que ir a la guerra. El que vaya más fuerte y entre más concentrado al partido le irá mejor".

Moke también se refirió a la pugna en el lateral derecho ahora que Francis está a disposición del técnico después de estar lesionado lo que se lleva de temporada. "Cada vez hay más competencia. Francis ya está entrenando con nosotros y si uno se despista es fácil que pierda el sitio en el equipo", sentenció.