El gozo de la afición amarilla, en un pozo. Tanto por el empate a última hora del UCAM Murcia como por la decisión de su ídolo, Jorge Mágico González, de no subir al avión que le debía trasladar ayer hasta Madrid, primero, y Sevilla, luego, con llegada prevista para las siete y media de la tarde aproximadamente. El salvadoreño y Jaime Rodríguez La Chelona, su amigo del alma y también ex futbolista, no utilizaron los billetes que les fueron enviados en su día para que estuvieran en Cádiz hasta el 31 de este mes. Estos habían sido pagados de su bolsillo por Ignacio de Cossío, cónsul honorario de El Salvador en Andalucía.

Por cierto, De Cossío no recibió respuesta a ninguna de las numerosas llamadas efectuadas los últimos días para confirmar si viajaban o no, por lo cual ayer acudió al aeropuerto sevillano por si se encontraba con una agradable sorpresa. Pero nada de nada, como era de temer. El cónsul, que ha hecho ímprobos esfuerzos por arreglar el asunto, mantenía anoche una leve esperanza de convencerles hoy temprano para un desplazamiento de última hora hasta España, con el tiempo casi justo para recoger mañana por la noche en Sevilla el Premio al Fútbol Solidario, concedido a Mágico con motivo del Festival de las Naciones, dedicado a su país.