Cádiz CF

El Nástic y el Baleares representan la espina clavada que tiene David Sánchez

  • El centrocampista se quedó en ambos equipos a las puertas del ascenso en los últimos cuatro años

"Ya toca", piensa David Sánchez, uno de los integrantes del Cádiz que el domingo tendrá más ganas que ningún otro compañero de entonar el alirón. Dos sinsabores se ha llevado el centrocampista en los últimos cuatro años en el intento por salir de la dichosa Segunda B. En ambos casos en el último momento le quitaron el caramelo de la boca y le dejaron a seguir condenado como jugador de bronce.

Bañado por el Mediterráneo, Tarragona y Palma de Mallorca fueron las ciudades de los equipos en los que vivió la cara amarga del fútbol. Ese sabor que siempre perdura y que al final es una espina clavada.

En la temporada 2011-12 el Atlético Baleares montó un proyecto simplemente espectacular que, dirigido desde el banquillo por Gustavo Siviero, acabó como campeón del grupo III de Segunda B. David Sánchez era el cerebro de aquel equipo, el jugador que con sus pases y su calidad ponía en pie el Estadio Balear. Era uno de los motivos por los que la afición blanquiazul creyó en su equipo.

Después de ser fijo en la fase regular, en la última jornada -con el equipo ya clasificado como primero- el sevillano realizó una dura entrada que provocó que le mostraran la cartulina roja. Eso le dejaba sin jugar el choque de ida de la eliminatoria de campeones en Miranda de Ebro. Con un 1-0 en contra se fue el Baleares para Mallorca y en el encuentro de vuelta no sólo no ascendió, sino que David Sánchez fue el desafortunado protagonista. Cuando su equipo empataba 1-1, una jugada extraña en la que trató de ceder el balón a su portero con la cabeza acabó en gol. David y Xavi Ginard no se entendieron y el 1-2 era letal para quedarse sin subir directamente. Luego fue el Lugo - a la postre verdugo del Cádiz- el que eliminó a los insulares en la segunda ronda.

Dos temporadas después se repitió la historia. Entonces, en la 2013-14, David había regresado al Nástic de Tarragona reclamado por Vicente Moreno para formar parte de otro proyecto ambicioso que al final alcanzó el play-off sufriendo de lo lindo para ser cuarto. El Nástic eliminó al Racing de Ferrol en la primera eliminatoria y al Sestao River en la segunda, siendo David titular en los cuatro encuentros. En ese golpe de mala fortuna que parece acompañarle en las fases de ascenso, el sevillano se perdió por sanción el choque de vuelta de la tercera y última ronda contra el Llagostera. Un 3-1 que anuló el 2-1 obtenido en la ida.

En dos años David Sánchez se quedó con la miel en los labios por no poder llevar a Segunda A el proyecto del que formaba parte como pieza importante. El asunto empieza a ser un poco de obsesión para el organizador, que esta semana no ha escondido los sentimientos que le rondan pensando en el domingo y en lo que sucedió al final de las campañas 2011-12 y 2013-14.

"Yo tengo una espina muy grande, no me gusta llorar, sé lo que tengo que hacer. Una alegría como esta me vendría bastante bien", señalaba recientemente el sevillano con unas palabras que apuntan sobre todo a su mala experiencia final en el Atlético Baleares y el Nástic de Tarragona.

Dos decepciones que el ahora cadista quiere minimizar con la alegría del ascenso en el Rico Pérez, donde le queda una batalla en la que precisamente él, por su experiencia y calidad, tendrá mucho que decir.

A sus casi 34 años, David Sánchez tiene su libro, el de sus play-offs en Segunda B, a falta de un final feliz que se le viene resistiendo de manera cruel.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios