Cádiz CF

De la alegría al mosqueo

  • La afición expresa con pitos su malestar por el mal juego del equipo

Aficionados del Cádiz y la Balona compartían sobremesa en los alrededores del estadio antes del duelo provincial. La hermandad entre ambas hinchadas quedaba una vez más de manifiesto aunque después, ya metidas en faena, cada una se dedicaba a animar a su equipo desde la grada. De eso se trata en la fiesta del fútbol

No fue un buen partido, todo lo contrario, pero la incertidumbre reinante por el marcador apretado mantuvo al personal con los ojos bien abiertos hasta el último suspiro. Cuando el Cádiz iba por delante en el marcador todo era alegría. Airam Cabrera, primero, y Migue García, después, abandonaron el césped entre una salva de aplausos. El equipo jugaba mal pero en ese momento ganaba. No faltaron los clásicos cánticos de apoyo a Claudio Barragán.

La vida sonreía al Cádiz hasta que, a falta de un cuarto de hora, la Balona hacía el tanto del empate. La alegría de los seguidores amarillos fue derivando en mosqueo nada disimulado y el pitido del árbitro no fue el único que sonó al final.

No fueron pocos los aficionados los que mostraron su desaprobación por el pésimo juego del equipo y los silbidos irrumpieron más allá del minuto 93. La afición es exigente y cuando ve algo que no le gusta, lo expresa sin tapujos, como hizo ayer ante un mal resultado que no pone en peligro el objetivo.

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