Cuando Ángel Bernabé firmó por el Cádiz en el verano de 2012 nunca imaginó que iba a pasar por el calvario que ha vivido en estos dos años que han sido un martirio para el portero. Había firmado por tres temporadas, pero no llegará a cumplir la tercera porque llevó al club a los tribunales y ganó un juicio que resultó con una sentencia que condena a la entidad cadista a pagar al portero el importe íntegro del año de contrato que le quedaba. Un gasto más para un club que no destaca precisamente por su bonanza económica.

El Cádiz pudo recurrir la sentencia. De hecho, envió la documentación necesaria para hacerlo, pero no depositó en el Juzgado correspondiente la cantidad de dinero requerida y el juez ha decretado la aplicación de dicha sentencia, que pone fin a la relación laboral de Bernabé con el club al que llegó con ilusión y del que se marcha decepcionado.

Lo peor para el cancerbero no ha sido no poder jugar, sino que en el Cádiz no le buscara una salida para que él hubiera podido ir a otro equipo. "La pasada campaña me dejaron sin ficha, hubo ofertas para poder salir pero nunca me dieron la disponibilidad para llegar a un acuerdo y salir", declaraba ayer Bernabé a este periódico. Al portero se le nota dolido porque nunca ha llegado a entender la postura de la entidad. "Yo pedía un acuerdo, me decían que sí pero nunca se llegaron a sentar conmigo".

El futbolista se estrelló contra un muro y además le pilló el cambio de propietario. "Con los anteriores y con los nuevos. Locos por el Balón me dijo que era cosa de los administradores concursales, hablé con ellos en enero y todavía les estoy esperando".

La situación de Bernabé fue rocambolesca porque "tenía contrato pero no podía ni quedarme ni irme, no me dieron la oportunidad de salir y con otros jugadores sí se sentaron para que salieran", explicaba antes de recordar los momentos duros en el plano deportivo. "Mientras no puedes quedarte ni irte, ves cómo llegan porteros pese a que yo tengo contrato. Es duro estar en la grada cada domingo. Me preguntaba ¿qué hecho yo para que me hagan esto?".

"Lo peor de todo lo que he vivido es que la gente que ha podido ayudarme ha pasado de mí. No se puede tratar así a una persona, es una cuestión humana. Si no contaban conmigo no había problema, siempre quise una solución, nunca puse pegas", relataba el guardameta sin esconder lo mal que lo ha pasado. "Me he sentido solo. Iba a entrenar cada día, y nunca nadie del club me decía nada". Al menos sí sintió la cercanía de sus compañeros. "Me acogieron como uno más y me sentí como uno más. Allí tengo grandes amigos, como Airam, y los que ya conozco como Aulestia, Ricardo Alonso... les deseo lo mejor del mundo". Pese a la mala experiencia en el Cádiz, su deseo es que ascienda, no sólo por los amigos que deja. También por la hinchada. "Lo poco que he disfrutado aquí ha sido por la afición".

Bernabé hablaba rompía su silencio para expresar su dolor, pero sin rencores. Ni siquiera a Raúl Agné. "No tenía feeling deportivo con él, pero en cierta medida entiendo que él no quisiera que yo estuviera en los entrenamientos porque no contaba para él".