De niña se reveló contra el uniforme de su escuela. Ya entonces Anna Wintour tenía claro que quería mandar en la moda. Varias décadas después no sólo dicta, sino que es un icono, una influencia. La británica está en edad de jubilarse -pronto cumplirá los 66- pero se siente cómoda en su trono fashion. Directora de Vogue USA, considerada la 'biblia de la moda', desde 1988, Wintour es casi una institución. Y como tal ha sido su discreto y blindado paso por España. Cuentan que el motivo principal de su viaje era conocer la forma de trabajar de Zara y que su intención era reunirse con Pablo Isla, presidente del Grupo Inditex, en Arteixo (A Coruña), para entender las razones por las que el grupo textil español reina en todo el mundo con su fast fashion. ¿Cúando? ¿Cómo? ¿Y para qué exactamente? Quién sabe. La editora de moda tenía algo muy claro y es que quería que su agenda por este país fuera del todo secreta. Por ello practicamente requisaron los móviles de los estudiantes de moda y comunicación a los que impartió una clase magistral en la capital. De todos es conocido el carácter de Wintour. Cómo para dejarse puesto el flash...

La mujer más poderosa del universo fashionista ha viajado a España como si de una cuestión de Estado se tratara, envuelta en un halo de misterio y privacidad, más propio de presidentes y divas de Hollywood que de una directora de revista. Invitada por el interiorista Michael S.Smith, pareja desde hace más de quince años del embajador de Estados Unidos en España, James Costos, Wintour visitó el lunes el Museo del Traje de Madrid, donde primero tomó un café informal con diseñadores españoles y después impartió una conferencia, en una primera cita sin precedentes con la moda española. En su charla distendida sobre el panorama del sector, Wintour recordó el "talento e influencia" de Balenciaga, y advirtió que la pasarela madrileña "debería hacerse un hueco".

Aseguran los pocos afortunados que estuvieron presentes que a pesar de la fama que tiene de dura y distante, Anna Wintour es "muy educada y cercana", además de ser una mujer "impresionante, muy elegante y con un tipazo". DavidDelfín, Agatha Ruíz de la Prada, Modesto Lomba, Roberto Torretta, Elio Benhayer y Álvaro Castejón y Arnaud Maillard, de la firma Alvarno, fueron algunos de los privilegiados que pudieron charlar con esta especie de "diosa de la moda" siendo agasajados con un libro -dedicado- para cada uno de ellos.

Pero, ¿por qué es tan poderosa Anna Wintour? ¿Por qué puede permitirse hacer de uno de sus 'protegidos', John Galliano, diretor creativo de Dior tan sólo levantando un teléfono? Anna Wintour, tras pasar por varias publicaciones entre ellas Harper's Bazaar y la edición británica de Vogue, ha llevado a lo más alto a Vogue USA. ¿Cómo? Pues apostando por creadores emergentes, sacando a las modelos a exteriores y fusionando como nadie el low cost con prendas de súper lujo. Wintour es una visionaria, una gurú, marca los tiempos de la moda aun teniendo un estilo que nadie ubica en las pasarelas y llevando el mismo peinado desde los 14 años. Normalmente oculta su mirada inteligente tras unas oscuras gafas de sol. Pero desapercibida no pasa.

Perfeccionista hasta la saciedad, cuentan algunos de sus ex subordinados que en ella es común hacer peticiones imposibles y que puede llegar a ser hasta "cruel". Su personalidad inspiró a su ex empleada Lauren Weisbenger para escribir la exitosa novela El diablo se viste de Prada, o eso dicen. Pocas alusiones ha hecho Wintour sobre este libro llevado al cine de forma exitosa. Pero acudió a la premier mundial, y lo hizo vestida de Prada.

No más de 48 horas en España y ha puesto rumbo a París, donde es habitual verla disfrutando del front row. La ciudad de la luz es hasta el próximo 7 de octubre la capital de la moda gracias a la celebración de su Fashion Week y allí tenía que estar ella. Y es que la moda viste de Wintour.