Su nombre suena a experiencia, a éxito, a trabajo bien hecho, a trayectoria. Roberto Torretta debutó en el mundo de la moda en 1972 cuando se instaló en Madrid tras dejar su Buenos Aires natal por perseguir su sueño. En 1996 pisó por primera vez la antigua Cibeles pero no fue hasta dos años después cuando al fin desfiló con su etiqueta homónima. Accedió a atendernos a dos días del desfile, en una mañana frenética de trabajo -"En el día de hoy ya he cambiado tres prendas", nos contaba- y, como es habitual, respondió a todo. Un Roberto Torretta siempre cortés, siempre respetuoso, siempre sincero. El creador regresó ayer a la Mercedes Benz Fashion Week Madrid por todo lo alto

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-Es un placer hablar con usted porque no se calla nada, esto es un lujo para el periodista, créame. 

-Me alegro de que así sea. Yo nunca tengo ningún problema en responder y dar mi opinión porque lo hago desde el respeto. A partir de ahí de todo se puede hablar.

-¿Jornada frenética en el taller? 

-Imagine. Sólo veo humo por todos lados de tanto como está corriendo mi equipo de un sitio para otro. En los días previos al desfile surgen las mejores ideas.

-Mejor bajo presión, ¿no?

-Sí, me concentro más.

-¿La veteranía no puede con los nervios?

-Es un trabajo de seis meses, donde pones mucho de ti. Yo, a estas alturas, lo único que espero y deseo es que la gente lo valore y respete.

-¿Cómo se llama su nueva colección?  

-Nunca le pongo nombre.

-Eso es porque el sello Torretta es aún más fuerte. 

-(Risas). Pues sí. Cada colección es una evolución de la anterior, continúa la senda del sello Torretta.

-¡Qué destaca, entonces!  

-La gama de rosas, que va del rosa chicle al pastel, espectacular, el juego de texturas tan interesante y el matrimonio con la firma de complementos Unode50. Como pieza destaco un modelo de pantalón, al cuyo patrón le he puesto mucho cariño.

-¿Cuesta sorprender?

-Sí, es difícil sorprender porque la oferta es amplia y el público es inteligente. En Roberto Torretta seguimos la línea de siempre, persiguiendo la femininidad, la elegancia y la sofisticación, y vamos variando detalles, por ejemplo este año con los volúmenes, las cinturas o el largo.

-¿Siente presión por la opinión de tanto blogger como hay ahora? 

-El blogger es una figura necesaria, pero hay mucha saturación, se ha ido de las manos. Presión no siento.

-¿Habla de empacho?  

-Esa palabra es la perfecta. Insisto, hacen un excelente trabajo pero últimamente se está distorsionando mucho este tema.

-¿Cuál es la clave para el look perfecto femenino?

-La mujer española tiene que ser su propia estilista y quererse. No puede caer en los excesos, es un error.

-¿Cómo fue crear el vestido de novia de su hija María? Están muy unidos... 

-Es mi única hija chica, imagínate. Padrino y diseñador de sus vestidos, porque fueron dos. Fue divertido y emocionante.

-A Torretta tengo que preguntarle por el tema de la semana: los looks de la Reina en Estados Unidos. ¿Qué le han parecido? 

-Confieso que estoy tan enfrascado en Madrid que no estoy mirando mucha prensa. Muy mal por mi parte. Doña Letizia es una señora elegante, delgada y con una estructura muy buena, así que todo lo que luce le queda muy bien. Al principio era, para mi gusto, muy cuidadosa. Ahora arriesga más, y me gusta.

-Quiere decir algún pero... 

-Pero... Pienso que debería diversificarse dentro de la oferta de la moda española, que es muy amplia y va más allá de Varela, que hace muy bien su trabajo. Pero a mí, si me preguntas mi opinión, me parece que su recorrido debería ser mayor.