Mariló Montero vuelve a estar en las librerías, pero esta vez no para mostrar las recetas de su programa ni para dar consejos de salud. La presentadora de La mañana de La 1 dio a conocer ayer en Madrid su último libro, El corazón de las mujeres no tiene reglas, una obra con la que quiere dar un paso al frente y sacar la cara por esas mujeres que no se han derrumbado ante situaciones adversas.

A través de pequeños relatos basados en historias reales, Mariló Montero quiere ofrecer su particular homenaje a las mujeres que han sabido levantarse y plantar cara a la vida después de ser víctimas de situaciones complejas, desde los malos tratos hasta la ablación, pasando por aquellas que son obligadas a casarse demasiado jóvenes o a aquellas otras que encuentran en la anorexia su único refugio. Pero Mariló no sólo destaca la valentía de mujeres anónimas, sino también de rostros de sobra conocidos por todos como Irene Villa o la mismísima doña Letizia. "Claro que incluyo a Letizia en este relato de mujeres, porque considero que fue linchada por los medios por el simple hecho de ser plebeya. Y supo aguantar las críticas de aquellos que dicen ahora que es perfecta. Pero los que han cambiado son los que la criticaron. Ella sigue siendo la misma, aunque fue mal-tratada por la prensa. Creo que es también un maltrato psicológico amanecer todos los días con ridiculizaciones en los medios y con insultos que han recaído hasta en su abuelo sólo por el hecho de ser taxista. Estoy segura de que ella también habrá derramado lágrimas por ello, pero ha aguantado la presión y ha dado ejemplo de fortaleza".

Y si de fortaleza se trata, ella tiene mucho que decir al respecto. Aunque no protagoniza ninguna de las historias de su libro, Mariló asegura que se considera una mujer fuerte para hacer frente a las críticas que suelen lloverle en las redes sociales por comentarios realizados en su programa matinal. "No me vengo abajo por eso. Me crié siendo la más pequeña de tres hermanos varones y mi madre me educó para ser fuerte. Quiso que me despegara pronto de sus faldas y me hizo una mujer valiente y fuerte. Pero parece que ahora, a pesar de que llevo casi 30 años en los medios de comunicación, estoy en el centro de todas las miradas. Hoy todo el mundo es mejor periodista que yo y me critican hasta por el tono que uso en mis entrevistas. Durante un tiempo estuve callada, pero ahora respondo con denuncias. En esta profesión somos muy cainitas, quizá porque vamos buscando el sitio que otro podría dejar vacío". Mariló es de las que no se rinden ante las adversidades y asegura que este tipo de críticas no hacen sino fortalecerla en su trabajo. "Este fin de semana me han entrevistado en el mismo programa que al 'Pequeño Nicolás' y pensé que la audiencia habría descendido durante mi intervención, aunque, para mi sorpresa, los datos fueron los mismos, lo que demuestra que sigo estando ahí". Sobre las mariloladas de las que muchos se mofan, no obstante, prefiere no pronunciarse. "La gente pone título a todo, pero no le doy la mayor importancia", dijo.

En cuanto a la posibilidad de buscar un sitio en otro horario televisivo, la presentadora de TVE es rotunda. "¿Por qué me iba a interesar cambiar de franja cuando tengo un proyecto tan jugoso entre mis manos?. Me apasiona estar tantas horas disfrutando del directo; meterme en un programa enlatado sería como dar patadas a una pelota de ping pong".

En la presentación de El corazón de las mujeres no tiene reglas, la presentadora de TVE estuvo ayer arropada por dos ex alcaldes madrileños, Esperanza Aguirre y Joaquín Leguina. "Quería dejar claro que esta lucha por la igualdad no es cuestión de sexos ni de partidos, por eso quise que me acompañaran Joaquín Leguina, del PSOE, y Esperanza Aguirre, del PP. El primero me demostró hace ya muchos años en su libro Malvadas y virtuosas que ama a las mujeres y defiende la igualdad y, la segunda, ha dejado claro en numerosas ocasiones que es valiente, fuerte y enérgica. Ha tenido que soportar críticas por el mero hecho de ser mujer y, en todas las ocasiones, por difíciles que fueran, ha aguantado y se ha venido arriba".

Mariló se siente orgullosa de ser mujer y así lo refleja en cada una de las historias que componen este libro, pero también considera que queda mucho camino por recorrer hasta llegar a la igualdad. "Un día me dijeron que una publicación se vende más si lleva en su portada a una mujer, lo que me hace pensar que no hemos adelantado tanto como muchos piensan".