Pasarela

El País Vasco dirige de nuevo su mirada hacia los orígenes

  • El responsable de Cocina de la Escuela Superior de Hostelería Artxanda reclama los platos vascos de toda la vida como las cocochas, el sutalki y el pastel de arroz

Uno de los mayores atractivos del País Vasco es la gastronomía y él sabe bien cómo conquistar a la gente que visita la zona a través del paladar. "Empecé comiendo y más tarde aprendiendo en casa con mi madre y mi abuela", cuenta al ser preguntado por cómo comenzó su pasión por la cocina. Y de su casa a las cocinas profesionales. Tras estudiar Dirección y Gestión de empresas turísticas en la Escuela Superior de Hostelería Artxanda aprendió en las cocinas de grandes chefs vascos como Juan Larruzea y Fidel y Julián Tejero. Tras trabajar en varios restaurantes de Vizcaya se dedicó al mundo de la pastelería y fue cooperante en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, dentro de la puesta en marcha del proyecto de la Escuela Tatapy de hostelería. Al regresar a Bilbao trabajó en desarrollo de proyectos de iniciativa social en APNABI y en el año 2001 se incorporó como formador en la Escuela de Hostelería de la ciudad. En la actualidad es Responsable de Cocina de la Escuela Superior de Hostelería Artxanda y cocinero del restaurante La Escuela y Km0 Slow food.

Igor siente pasión por su profesión. De la cocina vasca dice que "es representativa y reflejo de un pueblo que vive en un entorno, de sus productos y de las personas que hacen que estos estén disponibles para su consumo". Asegura que los platos que más demanda la gente en el País Vasco son las elaboraciones tradicionales. Por eso en su cocina los productos que más utiliza, dentro de los disponibles de cada temporada, son los pescados del Golfo de Vizcaya, de los que habla maravillas: "La suerte que tenemos en Bilbao es que hay muchos montes que terminan en el mar. Hay pescados frescos, recién capturados. Salmonetes, merluzas y bonitos son algunos de los pescados más consumidos en la zona. Hay diferentes formas de pescar como las redes o la caña. En el caso de la merluza y el bonito se pescan con anzuelo, es decir, de uno y uno, y eso permite que los peces estén muy bien tratados después de su captura". Muy importantes son también las carnes de razas autóctonas, como la vaca Betizu. "Aprovechamos todo de la vaca. En Bilbao es típico el chuletón, un corte que se saca del lomo de la vaca y corresponde a 1 kilo por persona". En cuanto a las hortalizas destaca los pimientos, cebollas, y puerros. Las cebollas son de larga tradición en esta tierra. "Para elaborar la salsa vizcaína ligada al bacalao son ideales", cuenta Igor. El ambiente verde con la vegetación y la humedad hacen que productos como la alubia y el maíz sean de primera calidad. En los postres Igor destaca el pastel de arroz, uno de los dulces típicos de la zona. Su nombre es muy curioso teniendo en cuenta que no llevan arroz en su elaboración. Recuerdan a los pasteles de Belem de Portugal.

La cocina es un sector que ha evolucionado mucho, y en una zona donde triunfan los platos tradicionales, Igor también echa de menos algunas técnicas que poco a poco se van perdiendo. "Echo de menos la menor utilización de la brasa como fuente de calor y técnica para cocinar. Creo que aunque hay tecnología con características más ventajosas en muchos aspectos, la inducción por ejemplo, la utilización del fuego como base fundamental de la cocina no debería olvidarse", relata el cocinero como buen profesional de los fogones.

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