En España solo ha habido una Miss Universo y esa fue Amparo Muñoz. El 22 de julio de 1974 la malagueña fue proclamada la mujer más guapa en Filipinas. Su carrera iba encaminada hacia la secretaría tras realizar sus estudios en taquigrafía y mecanografía, pero en 1973 el concurso de Miss España se cruzó en su camino. Mientras en España se vivía la difícil época del tardofranquismo Amparo se introducía en un mundo muy complicado como es el de la belleza. En el certamen nacional compitió con mujeres de la talla de Purificación Martín, a la que todos conocemos como Norma Duval. Tras ser proclamada la mujer más bella del país comenzó una carrera que pese a prometer ser de lo más idílica protagonizando portadas de revistas y desfilando para prestigiosas marcas se convirtió en un tormento. A los seis meses de ser coronada como Miss Universo rechazó el título. La manipulación que sentía por parte de la organización y los constantes viajes que tenía que realizar fueron las razones por las que dejó la corona. Desde entonces comenzó un camino que fue desde el éxito a la polémica.

Lejos de alejarse de la vida pública, al regresar a España liberada del trono de la belleza, Muñoz comenzó a perseguir su sueño de ser actriz. Los inicios no fueron nada sencillos ya que tuvo que realizar varios papeles en la época del destape, algo que suscitó comentarios de lo más negativos. Tras éstos consiguió trabajó con directores de la talla de Carlos Saura, Jaime Chávarri o Pilar Miró. Si su vida laboral estuvo llena de altibajos, su vida personal no fue menos. Se casó en tres ocasiones y todos los matrimonios terminaron por romperse. En 1987 fue detenida y puesta en libertad por presunta posesión de heroína. Este hecho la hundió más todavía, ya que tuvo que rendir cuentas en medios de comunicación sobre lo ocurrido. La prensa fue otro de los problemas de Amparo. Las especulaciones sobre su vida eran constantes y tanto le afectaban que en una ocasión se sometió a La máquina de la verdad en el programa de Julián Lago. En 2005 publicó sus memorias tituladas La vida es el precio en las que se mostró muy tajante al escribir "Yo he vivido mi vida lo mejor que he podido, intentando no hacer daño a nadie. Si a alguien le he hecho daño ha sido a mí misma y a mis padres, que han tenido que sufrir mucho por mí. Siempre le he tenido respeto a todo el mundo, a todo dios, cosa que no han hecho conmigo". Seis años más tarde de publicar el libro, Amparo falleció a los 56 años en su tierra natal tras sufrir una larga enfermedad. Pese a su tormentosa vida, desde que perdió la vida es recordada por todos con cariño, ya que su historia no deja de ser la triste realidad de una mujer que se vio superada por su belleza.