En una tarde-noche fría, Álvaro Cervera aumentó la temperatura de la sala de prensa del Ramón de Carranza, cuando finalizó el encuentro, con unas declaraciones más contundentes que de costumbre. El responsable del plantel cadista estaba muy fastidiado por todo lo que había pasado, especialmente a partir del descanso.

"Un partido así no se puede escapar", expuso en primer lugar antes de añadir, sin embargo, que "cualquiera que lo haya visto vería que se podía escapar". "En la segunda parte sólo hubo un equipo sobre el campo y que nos ha superado en casi todo por no decir en todo, y al final cayó el empate".

La amargura del técnico iba en aumento a medida que se refería a varios aspectos que, a su juicio, fueron claves en el duelo. "Los tres cambios han sido porque los jugadores han pedido el cambio; Brian tuvo un problema y Abdullah nos dijo en el descanso que no iba a aguantar mucho más. Sacamos a Abel porque es el centrocampista que se podía adaptar a ese puesto y cuando vamos a sacar a Nico por Carlos Calvo, viene Gorka (Santamaría) y dice que no puede seguir". Cervera continuaba su explicación señalando que "ha salido todo al revés". "Queríamos poner gente rápida y nos ha salido todo lo contrario a lo deseado. Este equipo, el que ha quedado de esta manera en el campo, no puede competir en Segunda División; así de claro. Pero es el equipo que ha acabado el partido. El equipo, como ha acabado el partido, no puede competir tan metido atrás. Ellos apretaron y no tuvimos ninguna reacción física ni técnica ni táctica. Ni defendíamos bien ni atacábamos y así no puedes competir en Segunda. No sacábamos ninguna contra, estábamos a merced del UCAM y se pagó".

Las palabras del técnico del conjunto gaditano abren, sin duda, un debate profundo sobre lo que puede estar sucediendo en el equipo. "Como se ha acabado tan metido atrás no se puede competir en Segunda División. Si no defiendes bien hay que tratar de sacar alguna contra", reiteraba el entrenador mientras mantenía máxima seriedad en el rostro. No era para menos con lo que acababa de suceder.

Pero, ¿por qué el Cádiz se mete atrás de forma tan descarada dejándole al rival espacio para avanzar y una posesión muy clara? Una pregunta que no sólo aparece en la sala de prensa, sino que está en la mente de miles de cadistas. "Los equipos no se echan atrás por sí solos. Meterse atrás no quiere decir que no ataques. Pero nos metimos atrás y perdimos la pelota. La regalábamos siempre. No teníamos idea. El equipo así no puede competir".

La última cuestión fue directa a la expulsión por doble cartulina amarilla de Carlos Calvo. "Es una mala decisión de Carlos Calvo, una equivocación. Si te ve el árbitro te expulsa", recalcaba un Álvaro Cervera que se retiró cabizbajo y muy afectado por lo sucedido.