Brián Oliván se convirtió ayer de manera oficial en la 13ª cara nueva de la plantilla del Cádiz para la nueva temporada en LaLiga 1|2|3. Era un secreto a voces y sólo faltaba el anuncio por parte de su nuevo equipo. Es un lateral izquierdo que llega cedido por una campaña procedente del Granada, con opción de compra por parte del club con sede en el Carranza por 500.000 euros. Este periódico ya informó hace varios días que de que acuerdo entre el Granada y el Cádiz era total y también entre la entidad cadista y el futbolista, que hizo la pretemporada con el primer equipo de la ciudad de la Alhambra y causó buena impresión al entrenador, Paco Jémez. Está previsto que hoy se incorpore a los entrenamientos con sus nuevos compañeros con la idea de adaptarse cuanto antes y poder pelear por un sitio en el once.

Natural de Barcelona, a sus 22 años Brian es un jugador que destaca por su vocación atacante, aunque no pierde de vista las tareas defensivas. Es rápido, desborda y uno de sus puntos fuertes es el buen golpeo de balón en las acciones de estrategia. El futbolista se formó en la cantera del Barcelona -llegó al juvenil- y después dio el salto a Portugal para jugar en el filial del Braga. Probó fortuna con posterioridad en el CSKA de Sofía (Bulgaria) para regresar a España y enrolarse en el segundo equipo del Valladolid, aunque con el cuadro blanquivioleta llegó a debutar en Segunda A. Su buen rendimiento en tierras pucelanas llamó la atención a Quique Pina y Juan Carlos Cordero, que lo ficharon para el Granada y jugó en su filial en el grupo IV de Segunda B. Allí cuajó una gran campaña -jugo 34 partidos, dos de ellos contra el Cádiz, y acumuló más de 3.000 minutos- que le vale para dar un salto en su carrera. Pina y Cordero apostaron por él en su día y vuelven a hacerlo ahora. Confían en un jugador de presente por lo que es capaz de aportar y futuro por su juventud. Brian competirá con Luis Ruiz por la titularidad en el lateral izquierdo.

Con su llegada, la línea defensiva queda cerrada en principio salvo que se produzca un giro en los últimos días de mercado. Nunca se sabe. La contratación de Carlos Blanco se torció cuando estaba encarrilada y los cuatro centrales de la plantilla son Aridane, Servando, Migue y Sankaré. La única novedad en esa posición es la del zaguero africano. Como laterales derechos están Javier Carpio y Juanjo.

Para cerrar la plantilla quedaría la incorporación de un futbolista que se desenvuelva en el extremo izquierdo. Si el club concreta la llegada de ese jugador, Aitor García tendría muchas papeletas para salir cedido a otro equipo en busca de los minutos que no podría disponer en el Cádiz.

Resta una semana para el cierre del periodo de inscripciones, tiempo suficiente para que el club dé los últimos pasos en la configuración de la plantilla al menos hasta la apertura del mercado de invierno el próximo mes de enero.

La renovación está siendo profunda, algo lógico si se tiene en cuenta que el ascenso obliga a los gestores deportivos a construir un plantel para competir en una división superior.