El Cádiz afronta la 25ª jornada del campeonato nacional de Liga con una complicada visita al campo del Villanovense (a partir de las 12 del mediodía en el estadio Municipal Romero Cuerda) en uno de esos típicos encuentros de Segunda División B que tiene como escenario un terreno de juego con un césped irregular y enfrente un adversario modesto pero aguerrido, que delante de su público buscará hacer el partido de la temporada ante uno de los clubes grandes de la categoría de bronce. Un partido trampa que exige un enorme despliegue físoco y tres puntos en litigio que se antojan vitales para un equipo que todavía aspira a la plaza más alta. El ascenso se consigue también en esos campos pequeños, en los que la victoria es imprescindible. El Cádiz comienza la jornada tercero con 44 puntos, 17 más que el Villanovense, 15º en la tabla con 27.

El conjunto amarillo comparece por la mañana en el municipio pacense de Villanueva de la Serena con novedades en la alineación. El delantero serbio Despotovic podría salir como titular por primera vez y quizás lo haga Nana -el último refuerzo- ante la ausencia de Abel Gómez, presente hasta ahora en todos los compromisos ligueros (sólo fue suplente en uno). El preparador cadista, Claudio Barragán, ha decidido dar descanso al centrocampista, que con más de 2.200 minutos (sumados entre el torneo de la regularidad y la Copa del Rey) es el integrante de la plantilla que acredita más tiempo sobre el césped. La campaña avanza y el desgaste se empieza a notar. El cuerpo técnico considera que ha llegado el momento de que el medio se tome un respiro en un partido que quizás no se ajuste a su perfil de futbolista de vocación creativa. Ya fue suplente en el compromiso contra el Mérida (el único de la Liga en que no fue titular), también en territorio extremeño (salió cuando el choque estaba cerca de su finalización), un duelo de marcado tono físico, como el que también se espera hoy.

Los amarillos deberán esforzarse al máximo en el Romero Cuerda, correr tanto como el contrario y marcar la diferencia con la superior calidad que se supone que atesora. Y, además, las acciones a balón parado cobran especial relevancia en partidos de este tipo, de mucho derroche físico y poco fútbol.

A la habitual obligación de ganar del Cádiz -exigencia unida a su desgraciada estancia en el tercer escalón del balompié patrio- se une la imperiosa necesidad de abrazar una victoria con la que asegurar esta jornada al menos la tercera la posición y esperar los tropiezos de los rivales que van por delante, sobre todo el líder, el Real Murcia. El margen de error de los gaditanos es nulo si pretende apurar sus posibilidades de pelear por el primer puesto, del que está separado por una larga distancia de siete puntos. Una diferencia difícil de levantar pero no imposible si se produce una prolongada dinámica positiva de resultados en la larga recta que conduce hasta la meta de la Liga.

Los hombres de Claudio elevaron su autoestima con el triunfo (3-0) contra el Marbella más por el valor de los tres puntos que por el juego, que sigue generando muchas dudas en los últimos tiempos. Las dos derrotas consecutivas ante Granada B y Algeciras quedan atrás y el objetivo inmediato es empezar a hilvanar victorias con las que tejer un futuro esperanzador. No lo tendrán fácil frente a un rival con motivación extra por recibir al Cádiz pese a ser el peor equipo local del grupo IV. El Villanovense ha perdido la mitad de sus partidos en casa (seis de 12) y sus triunfos en su terreno -un total de cinco- han sido ante equipos de la zona media y baja de la clasificación. Eso sí, se ha reforzado en el mercado de invierno (ha renovado un tercio de su plantilla) con el reto de hacerse más fuerte y amarrar la deseada permanencia lo antes posible. El conjunto extremeño sale de un bache que le llevó hasta las posiciones de descenso y recibe a los amarillos con la moral por las nubes después de dos éxitos seguidos -en su campo ante el San Roque de Lepe por 2-0 y la reciente a domicilio en Linares (2-1)-. Un choque nada sencillo en el que Claudio pondrá en liza un once que tendrá que trabajar a tope de principio a fin, no cometer errores de bulto y aprovechar las ocasiones que sea capaz de fabricar.

Alberto Cifuentes, titular todos los partidos de Liga, no faltará a su habitual cita semanal con la portería. En defensa, en principio, estarán Juanjo y Andrés Sánchez en los laterales, mientras que Servando y Migue apunta al eje de la zaga, aunque no se puede descartar a Aridane. David Sánchez ejercerá de cerebro y su acompañante será Mantecón o Nana, que tiene posibilidades de estrenarse de manera oficial como jugador del Cádiz. Salvi regresa al que fue su estadio la pasada temporada y es el principal candidato para la banda derecha, para la que también puja Carlos Calvo. En la izquierda, Álvaro García o Fan Machado. Un hombre de briega y calidad como es Lolo Plá tiene todas las papeletas para actuar en la zona de tres cuartos y Ranko Despotovic parte con opciones de salir desde el inicio si Claudio Barragán decide dejar a Dani Güiza en el banquillo.