El Cádiz volvió a marcar después de quedarse en blanco en los partidos contra Granada B y Algeciras, adversarios a los que les bastó un solo tanto para derrotar a un equipo carente de pegada. El olfato apareció en el duelo contra el Marbella y el conjunto de Claudio Barragán regresó a la senda de una victoria regada con tres dianas. Las cifras desvelan que al equipo amarillo le cuesta marcar más esta temporada que la anterior. Con 24 jornadas ya tachadas del actual calendario liguero, los 33 goles (un promedio de 1,3 por partido) se quedan cortos en relación a los 44 (1,8 por encuentro) del ejercicio anterior con los mismos encuentros dirimidos. La diferencia no sólo radica en los goles, también en los puntos y en la clasificación. El Cádiz lideraba la tabla hace justo una campaña con 49 puntos gracias en buena medida a su elevado número de aciertos de cara a puerta. Ahora es tercero y tiene que remontar siete puntos al líder (el Real Murcia) para llegar como campeón a la fase de ascenso.

La entidad cadista disponía en la anterior campaña un tridente de lujo que acaparó el 70% de los goles: Jona, Juan Villar y Airam Cabrera. El malagueño, ahora en el Albacete (Segunda División A) fue autor de 21 tantos (18 en la Liga y tres en el play-off). El onubense, con un papel relevante en el Real Valladolid (en la categoría de plata), firmó 13 tantos (una docena en Liga y uno en la Copa del Rey). El canario, que juega en la Primera División polaca, presentó una cuenta de 16 (13 en Liga, dos en la Copa y uno en el play-off).

Las cosas han cambiado y ahora el gol es una labor a la que suman más jugadores. Los últimos, Servando y Andrés Sánchez. La defensa del Cádiz no sólo fue capaz de mantener la portería a cero -con la inestimable colaboración de Alberto Cifuentes- en el encuentro contra el Marbella, sino que además cobró un inesperado protagonismo en ataque. Dos de los tres goles del equipo amarillo llevaron la firma de zagueros. Servando marcó de cabeza el segundo tanto, el que encarrilaba el partido, y Andrés Sánchez se encargó de sentenciar con el tercero. Tanto el central como el lateral se estrenaron como anotadores en la Liga este campaña, aunque el isleño ya había visto puerta con una diana decisiva con la que el Cádiz apeó al Mensajero en la prórroga del choque correspondiente a la segunda eliminatoria de la Copa del Rey.

El defensa nacido en San Fernando regresó a la titularidad y además dedicó su primer gol en Liga desde que milita en Cádiz -es su segunda temporada- a su futuro bebé, ya que su esposa está embarazada.

En el caso de Andrés Sánchez, no es la primera vez que el zurdo acierta en la definición vestido de amarillo y azul. En su primer ejercicio como cadista, en el 2013/14, dos goles llevaron su firma (contra el Guadalajara y el Melilla). En la 2014/15, marcó uno también contra el conjunto de la ciudad autónoma, al que había pertenecido antes de recalar en el club con sede en el estadio Ramón de Carranza. El murciano gana peso en el vestuario y lleva el brazalete de capitán tras la marcha en enero de jugadores como Josete (capitán durante la primera parte del curso), Garrido y Kike Márquez.

La tarea anotadora de la escuadra amarilla está bastante repartida en la actual campaña. Ya son 13 los jugadores que han participado en la aportación del condimento más sabroso del fútbol. Entre ellos se reparten los 33 que atesora el Cádiz en el campeonato de Liga. El máximo goleador del equipo es Dani Güiza con siete tantos, seguido de Álvaro García (5), Lolo Plá (5), Salvi (3), Kike Márquez (3), Josete (2), Hugo Rodríguez (2), Migue (1), Abel Gómez (1), Fran Macchado (1) y Wilson Cuero (1), además de Servando (1) y Andrés Sánchez (1).

El reparto de los tantos demuestra que esta temporada no hay uno o varios goleadores de referencia. Llama la atención que hacen más goles los defensas que los mediocentros. Se aprecia la influencia de las acciones a balón parado.