Francisco Javier Zafra de los Santos pasó ayer el trámite que hace 18 años su padre, Francisco Javier Zafra Niño, cumplió en el Cádiz. En julio de 1997, Zafra padre llegaba al proyecto de Ramón Blanco como jugador estandarte, ya con un recorrido importante en Primera, Segunda A y Segunda B. En julio de 2015, su hijo hace lo mismo con mucho que demostrar y unas condiciones muy prometedoras. Casi dos décadas de diferencia pero el mismo sello de futbolista humilde que pretende ganarse todo a base de esfuerzo, compromiso y profesionalidad, tres señas que su padre dejó grabadas a fuego en la camiseta del Cádiz.

Acompañado por el director deportivo, Jorge Cordero, el último fichaje del equipo amarillo hasta el momento sabe a lo que se enfrenta. "Es un sueño jugar en el primer equipo. Vengo para intentar quedarme en la primera plantilla y con muchas ganas de demostrar cosas", agregando el extremo que "vengo aquí para intentar convencer al Cádiz y quedarme en la primera plantilla, y si no es así buscaremos una salida". Unas palabras que reflejan fielmente la situación del futbolista nacido en Sevilla, pero roteño de adopción, hace 22 años. Si Claudio Barragán no tuviera claro que el ex del Atlético Sanluqueño debe estar en la primera plantilla, la cesión a otro conjunto sería la alternativa más coherente, ya que no parece normal que bajara a Primera Andaluza para actuar con el filial.

La figura de su padre, que durante siete campañas (1997-2004) defendió la elástica cadista, salió a relucir. Para el nuevo futbolista del Cádiz, significa mucho, como no podía ser de otra manera. "Para mí es un referente e intento seguir los consejos que me da, que son muchos y muy buenos. Cuando le dije que quería venir al Cádiz se puso muy contento porque sabe lo que eso significa. Me aconseja que siga siendo como he sido en los equipos donde he estado", apostilló el jugador.

Zafra confía en sus posibilidades y en los argumentos que le han llevado a equipos como el Xerez, el Córdoba B, el San Fernando o el Atlético Sanluqueño. No obstante, reconoce que "en Segunda B me faltó continuidad cuando estuve en el San Fernando y en el Córdoba B". "Muchos dicen que suelo ser un revulsivo en las segundas partes pero cuando he jugado de inicio lo he hecho bien y he aportado todo lo que llevo dentro. Me considero un jugador rápido, con desborde por banda y buen golpeo de balón", finalizaba un orgulloso Zafra, que sigue los pasos de su padre, un jugador muy recordado y añorado por el cadismo.