Cádiz CF

La cantera, tabla de salvación económica

  • El club reconoce que se está viendo obligado a vender promesas para alcanzar un equilibrio presupuestario y formar una plantilla competitiva

La cantera como fuente de financiación. Es una realidad que ya no oculta el Cádiz, después de que en pocos días se haya desprendido de dos firmes promesas de sus secciones inferiores, Diego González y Pepe Castaño. Sin cifras sobre ambas operaciones, el mensaje de la entidad es que necesitan hacer caja si pretenden conformar un primer equipo competitivo para buscar el ascenso a Segunda A. Los más románticos que sueñan con ver a canteranos en el primer equipo, que vayan a buscarlos a otros partidos, donde estarán con otras camisetas.

Hay momentos que ponen de relieve la realidad de los proyectos. Cuando Locos por el Balón se hizo con la propiedad de la mayoría de acciones del Cádiz -en la famosa subasta-, sabía que ese paso obligaba a invertir en una sociedad deficitaria. Es decir, había que poner dinero desde el minuto 1. No se puede dudar de que esta empresa no lo haya hecho, aunque genera dudas cómo y cuánto. La prueba que reactiva esta incógnita es la venta de Diego González y Pepe Castaño. Lógicamente el Sevilla y el Villarreal no se los han llevado gratis y ese dinero ayuda a tapar boquetes además de intentar hacer un equipo competitivo.

El sino del Cádiz a lo largo de su historia ha sido asumir su papel de club vendedor, como entidad con pocos recursos. Sin embargo, hace años cuando eso ya sucedía con el equipo en categoría superior a la actual, se vendían jugadores asentados en el primer equipo, en el que habían dejado muestras de su potencial y, por lo tanto, la fuente de ingresos era mayor. Ahora se venden en edad cadete y juvenil por mucho menos de lo que se le podría sacar si un proyecto valiente incluyera a esas promesas en el conjunto profesional. Pero es lo que hay.

No hace falta ser muy avispado para percatarse que los dueños del club no están por la labor de poner mucho dinero, si es que de nuevo lo van a poner. Y si el Cádiz quiere ser un aspirante a lo máximo debe tener liquidez, 'arreglar' las cuentas de la pasada campaña y buscar recursos para la actual.

Se han vendido ya a dos canteranos pero hay otros como José Mari, Alberto Quintana o Juampe a los que se les tiene preparado el 'lazo' para cuando llegue el momento. La medida no será del agrado de muchos y estará respaldada por otros, pero es lo que hay. Los dueños mandan y no entienden de sentimientos cuando se trata de la 'pela'.

El director deportivo cadista, Jorge Cordero, habló ayer de este asunto, quizás con más claridad que lo ha hecho otras veces el presidente. "Diego y Pepe son dos jugadores importantes de nuestra cantera, pero sabemos de la necesidad que tenemos al estar en Segunda B y una oferta como la del Sevilla y el Villarreal es irrechazable. Nuestra prioridad es el ascenso a Segunda y después la política de cantera, que es la de formación de jugadores. Si queremos un equipo competitivo en Segunda B hace falta dinero". Cordero lo deja claro. Aquí se vende lo que haga falta.

El director deportivo defendió con cierta coherencia la que se supone es la idea de la entidad, pero cometió un error obviando la realidad de los años más brillantes en Primera. "En Segunda B queremos tener un equipo competitivo y eso cuesta dinero. Para nosotros sería una opción contratar jugadores y contar con jugadores de la cantera, pero eso no te garantiza quedar entre los primeros". Con esa política (fichajes y canteranos), el Cádiz escribió sus páginas más gloriosas. Era años de elite, de Primera, no del pozo de Segunda B.

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