Una vez completados con éxito los deberes en el campeonato de Liga, se abre una etapa cercana a un mes hasta el inicio de la fase de ascenso. El Cádiz dispone de tiempo de sobra para preparar la parte más importante de la temporada, la que lleva esperando nueve meses. Restan 26 días para el primer asalto y el cuerpo técnico afronta la misión de gestionar ese periodo con mimo para que no haya un detalle que escape del cuidado. Es como una especie de pretemporada en la que la plantilla tratará de ponerse a punto para encarar el play-off en las mejores condiciones posibles. Si el entrenador, Claudio Barragán, apuesta desde hace semanas por las rotaciones gracias a la holgada ventaja adquirida en la clasificación, ahora con más motivo, una vez que es campeón, en los tres partidos que restan para terminar el torneo de la regularidad.

Son varios los aspectos que el cuerpo técnico se aprestar a trabajar durante el mes previo a la gran batalla. Las rotaciones estarán medidas para reservar a los que más minutos arrastran durante la temporada y dar entrada a futbolistas menos habituales para que además estén enchufados. Se trata de que todos lleguen con el ritmo competitivo ideal porque cualquiera puede jugar en cualquier momento. Es un apartado a tener en cuenta porque se trata de encontrar el punto de equilibrio de jugar pero sin cargarse y, por supuesto, sin desconectar. Por ello, en esos tres partidos de Liga pendientes tendrán minutos todos los componentes de la plantilla. Ricardo Alonso será de nuevo titular en algún partido más, así como Arregi, Tomás, Navarrete...

El mes que resta para la fae de ascenso es el que tiene por delante Óscar Rubio para intentar estar disponible. El leridano se halla inmerso en plena faena de recuperación de la rotura en un gemelo sufrida el pasado día 18 en el calentamiento previo al encuentro contra el Lucena. Unas de las tareas es intentar que el único lateral derecho que hay en el plantel pueda llegar a tiempo e incluso disponga de minutos en el último compromiso liguero contra el Arroyo para probarse y buscar el tono un mes después de caer lesionado.

Hay jugadores que necesitan minutos después de haber estado parados en los últimos tiempos por problemas físicos, como son los casos de Garrido y Juan Villar. El vasco lleva un par de semanas en la titularidad tras superar un par de percances, mientras que el onubense regresó al once en el duelo ante el Cartagena y poco a poco va teniendo más minutos después de superar unas molestias musculares.

La carga de trabajo en los entrenamientos será también la adecuada para toda la plantilla y a nivel individual a estas alturas de la temporada. No sólo es importante el trabajo físico. El aspecto mental es fundamental a la hora de encarar un desafío de envergadura. El equipo irá a por todas pero deberá huir de la ansiedad, espantar los miedos y tener la cabeza fría en los momentos cruciales, que acabará llegando porque los duelos del play-off, a cara de pero, no estarán exentos de sufrimiento.