A falta de seis jornadas para el final de la fase regular en el grupo IV de Segunda B, el Cádiz empieza a jugar con sus 'barajas' según le interese. Los seguidores cadistas, esos que forman una parte importante del entorno, tienen en mente el once preferido pensando ya en el play-off, cita en la que el ascenso estará en juego sin margen para las equivocaciones. Los once que más gustan son este año recitados casi de memoria en una plantilla corta de inicio a fin, lo que de igual manera pone de manifiesto la diferencia entre los teóricos titulares y los teóricos suplentes.

Una vez disputada la 32ª jornada de Liga, cualquier aficionado al que se le pregunte por su once favorito dirá el que una gran mayoría tiene en mente. Aulestia en la portería, Óscar Rubio como lateral derecho y Andrés Sánchez en el izquierdo, quedando Servando y Josete como centrales. Juanma Espinosa y Garrido en el doble pivote, con Juan Villar en una banda (derecha), Migue García o Kike Márquez en la otra; y Airam y Jona en la punta de ataque. Las únicas dudas podrían estar en el extremo izquierdo, y en situar a Fran Machado en lugar de Airam o Jona. Lo demás contaría con una alta coincidencia por parte de los cadistas.

Algo parecido le debe suceder a Claudio Barragán a tenor de sus decisiones y de sus alineaciones. Las variantes que se están produciendo tienen dos lecturas. Por un lado están las obligadas por sanciones o lesiones, como han sido los casos de Airam, Garrido, Juanma Espinosa o Juan Villar, entre otros. Y, por otro, las que toma él como entrenador por decisión técnica. En las últimas semanas de competición han sido un ejemplo claro de ello Fran Machado y Servando.

El mediapunta lleva tres jornadas sin ser titular -la última vez que lo hizo fue en Lepe-, en las que de 270 minutos posibles ha jugado 80 (64 en Lepe y 16 en el feudo de El Palo). Es uno de los jugadores más castigados por las patadas y golpes de los rivales en los 27 de los 32 encuentros de Liga en los que ha participado. En las sesiones de entrenamiento ha sido habitual que antes del final se aparte y que sea tratado por los especialistas. Como se suele decir, entre algodones.

En el caso de Servando, el pasado domingo frente a El Palo estuvo convocado pero se quedó en el banquillo por decisión del preparador. Arregi, que apenas entra en los planes de Claudio, asumió la titularidad y cumplió el objetivo efectuando un partido serio. Pero a Servando se le considera insustituible y es comentado que el rendimiento de Josete es mejor si el isleño está a su lado en el centro de la defensa. Parar en Málaga no le vino nada mal al central, que con 2.338 minutos es el tercer jugador de la plantilla más utilizado. Y su cifra no es mayor como consecuencia de la lesión que sufrió al principio de Liga en Jaén, que le hizo perderse algunos encuentros.

Los que siguen a un ritmo endiablado son Aulestia (2.880 minutos, todos los posibles en Liga), Josete (2.585) y Juanma Espinosa (2.292), que en caso de no parar en las seis jornadas que restan alcanzarán la fase de ascenso con un elevado número de minutos -en algunos casos por encima de los 3.000- y con cerca de 40 encuentros de Liga -más los de Copa- en sus piernas. Cuando se logre el objetivo de asegurar matemáticamente la primera posición, quizás Claudio Barragán dé la alternativa a Alonso -portero inédito hasta ahora en la fase regular de la competición liguera- y reparta más minutos en futbolistas como Arregi, Tomás, Hugo Rodríguez y Navarrete, quienes todavía disponen de margen para explotar sus condiciones físicas. Salvo la Balona y el choque ante el Villanovense, el resto de encuentros (Lucena, Cartagena, Córdoba B y Arroyo) serán contra conjuntos de la zona baja que estarán peleando la permanencia en la categoría.

El problema para el entrenador es que sólo dispone de 19 jugadores y que el filial no está en la mejor disposición para quitarle futbolistas, al menos las dos próximas semanas, que es lo que podría faltar para que certifique su descenso a Primera Andaluza.