Cádiz CF

La duda: Garrido sí, Garrido no

  • El pivote vasco ya entrena como uno más de la plantilla después de estar tres semanas lesionado, aunque surge la incógnita sobre si es conveniente alinearle el sábado o esperar.

El debate está servido y el cadismo se posiciona a medida que se acerca el fin de semana y, por lo tanto, el próximo encuentro. Jon Ander Garrido ha dejado atrás tres semanas de lesión y se ha incorporado al trabajo del grupo como uno más. El jugador vasco está apto para ser de la partida ante el Almería B, si bien la última palabra la tendrá su entrenador, Claudio Barragán. ¿Es conveniente alinear el sábado a un jugador único en su puesto y con unas características que no tiene ningún otro integrante del plantel? ¿Es mejor esperar otra semana aunque el rival sea al Almería B, el tercer clasificado?

Garrido sufrió un esguince de tobillo en el transcurso del encuentro Cádiz-Melilla, dolencia por la cual pasó a ser baja y a estar en la enfermería. Cacereño, Sevilla Atlético y San Roque de Lepe han sido los compromisos con el vasco fuera de combate. Dos triunfos y una derrota. Su presencia es necesaria al ser el techo de la plantilla, el mejor exponente en el juego aéreo y un futbolistas cuyas condiciones no tiene ningún otro de los que esta temporada visten de amarillo.

La cuestión radica en si es conveniente sacarle a jugar del tirón después de una lesión de este tipo y de tres semanas inactivo. El choque ante el que es ahora mismo el mejor filial de la categoría promete una elevada exigencia. El cadismo de a pie, el que habla de la actualidad deportiva en cada café, está dividido porque algunos entienden que su ausencia no debe extenderse a un cuarto encuentro consecutivo. Otros creen que hay que ser cautelosos con un futbolista sin sustituto de garantías dentro del equipo y que es mejor darle otra semana para tenerla a tope para el último mes y medio de fase regular y para el play-off. Opiniones para todos los gustos y válidas todas ellas.

El entrenador, con la ayuda de su cuerpo técnico, es el máximo responsable y la persona en la que recae la decisión final. En Lepe y ante el Sevilla Atlético apostó por Mantecón junto a Juanma Espinosa como integrantes del doble pivote, mientras que en Cáceres el elegido fue Navarrete en lugar de Mantecón. Con el filial hispalense se perdió y en Lepe quedó de manifiesto que el equipo perdía el balón y sufría en las acciones a balón parado, además de no ser capaz de hacerse fuerte en la zona ancha en la recuperación.

Garrido es uno de los cinco componentes de la primera plantilla que a esta altura de Liga ha superado ya los 2.000 minutos de juego -junto a Aulestia, Servando, Josete y Juanma Espinosa- y el más amonestado con 12 cartulinas amarillas. Un obrero muy necesario en Segunda B que se encarga de la labor oscura que sólo él está capacitado para desarrollar con éxito en el Cádiz.

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