Cádiz CF

"El público puede llevar razón"

  • Vizcaíno admite que el Cádiz "no anda fino" y que "la gente quiere más"

La victoria de ayer ante el Cacereño puede haber marcado un antes y un después en el futuro de Antonio Calderón en el banquillo del Cádiz. A pesar de la suma de los tres puntos, la reacción de buena parte de los asistentes al encuentro ha tenido un efecto demoledor en la entidad. Al menos es lo que se desprendía ayer de las manifestaciones efectuadas por el presidente, Manuel Vizcaíno, a Diario de Cádiz.

"Creo que el equipo no anda fino y esto hace que la gente proteste y se ponga nerviosa", señaló en primer lugar el máximo dirigente que, con voz entrecortada por momentos, se puso en la piel de esas miles de personas que ayer acudieron a la llamada del equipo. "El público puede llevar razón", apuntó como frase que puede ser suficiente para entender el estado de ánimo del presidente poco después de acabar el encuentro. "Entiendo que todo esto forma parte del fútbol a pesar de que el equipo se encuentre clasificado en quinta posición -empatado con el cuarto- y con una sola derrota", argumentaba antes de apostillar que "la gente quiere un poco más y hay que dárselo".

Como hombre de amplia trayectoria en el fútbol, Vizcaíno recordaba una experiencia que le tocó vivir en el Sevilla hace nueve años y que también afectaba al entrenador. "He visto en el año 2005 a un campo entero gritando "Caparrós, Caparrós", y se siguió con Juande Ramos y se ganó la UEFA". No obstante, en ningún momento criticaba la postura mostrada por la masa social del conjunto cadista, que ayer en muchos momentos, sobre todo tras el gol de Migue García y al acabar el choque, pidió la dimisión del preparador e incluso se volvió hacia el palco. "Lo que ha sucedido es significativo de que no se están haciendo las cosas bien", aunque miraba un poco atrás en el tiempo para recordar que "hace quince días estaba la cosa peor". "No estoy tranquilo con lo está pasando pero los resultados van respondiendo".

Entrando a analizar lo que había visto sobre el terreno de juego, indicó que, bajo su punto de vista, "el equipo hoy (por ayer) ha estado espeso, nada fino". "No está bien y debe estar más suelto. El estadio aprieta, es cierto, pero es mejor que lo haga ahora. La gente grita aunque prefiero que se vuelva contra mí antes que contra el equipo o el entrenador. No quiero que se grite a nadie", agregó. Pensando en la próxima cita liguera, dijo que "el examen para el equipo es semanal porque son finales y, por lo tanto, debemos asimilarlo".

Curioso fue que durante el descanso del partido de ayer, en una conversación en el palco entre Manuel Vizcaíno, Quique Pina y Carlos Medina, el presidente cadista se aventuró a decir que se ganaría 2-1. Lo clavó.

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