Tras la mala temporada y el posterior descenso del Sporting Club de Huelva, la plantilla tiene la necesidad y, en cierto modo, la obligación de conseguir al menos una victoria en estos tres partidos que quedan para que se acabe la temporada y poner punto y final a las casi dos décadas en la élite del fútbol femenino español.

El motivo es la afición, aquella que ha estado animando durante toda la temporada, tanto en casa como fuera, sobre todo, en los momentos más difíciles. Por eso, sería digno que el equipo le diera al menos una alegría, traducida en una victoria, a toda esa gente que apoyaron y siguen apoyando al Sporting de Huelva, a pesar de las circunstancias. 

Sin embargo, conseguir la victoria a estas alturas de la temporada no será nada fácil, puesto que aunque las espartanas no se juegan nada, dos de los equipos a los que se tiene que enfrentar sí. Son Granada CF y Villarreal CF. Ambos equipos se encuentran en la zona baja de la clasificación, en 14ª y 15ª posición, respectivamente y solo los separan dos puntos, por lo que en los nueve que quedan en juego, puede pasar de todo. También tiene que enfrentarse al Real Madrid CF, pero el conjunto de Alberto Toril tampoco tiene nada en juego, ya que son los segundos clasificados y disputarán el año que viene la competición europea. 

Aún así, las espartanas deberán preparar estos partidos como finales, para que les sirvan para la temporada que viene y no regalar nada, tal y como declararon hace días. 

Año duro anímicamente

Además de para el equipo, también ha sido una temporada dura para la afición onubense. Han sido 12 los partidos de liga que el Sporting de Huelva ha jugado en casa. De 36 puntos posibles, solo consiguieron uno, lo que se traduce en un empate y 11 derrotas. 

A esto también se le añade la mala suerte o poca fortuna que han tenido las espartanas en la mayoría de sus partidos, pues de las 23 derrotas que ha sufrido, el Sporting de Huelva cayó por la mínima en nueve ocasiones. Y encima, la única victoria que ha conseguido, se produjo fuera de casa, por lo que las jugadoras no han podido celebrar ni una sola victoria con su gente.

Seguramente, tanto equipo como afición pensaban en que la situación se podía revertir, pero a medida que se jugaban los partidos y se aproximaba el final de la temporada, ese sueño, pensamiento o deseo se fue esfumando. 

No sabemos qué pasará la temporada que viene en el Sporting de Huelva, ni cuantas jugadoras se quedarán en la plantilla o se marcharán a otros equipos. Lo que sí está claro y no debe de haber ningún tipo de duda es que los aficionados onubenses acompañarán al equipo y lo apoyarán como al que más para que el Sporting de Huelva vuelva cuanto antes a Primera División, de donde nunca debió haber salido.