"En un 99% estamos eliminados". Íñigo Núñez lo asume, pero ya ha realizado una temporada ejemplar en su debut en LEB Plata. El Ciudad de Huelva confía en el milagro este sábado (19:00) ante Zamora Enamora para seguir peleando en el play-off a LEB Oro.

Aunque la esperanza sea mínima por el resultado (58-78) cosechado en la ida en el Carolina Marín, el equipo onubense se muestra con ganas de la vuelta ante Zamora Enamora. "Nos queda una última bala. Sabemos que en un 99% estamos eliminados, pero ese 1% restante lo que queremos explotar", asumió el técnico en la previa del partido de este sábado. "Si hay una escasa posibilidad queremos estar preparados para hacerlo. Hasta que no estemos fuera en un 100% no queremos tirar la toalla, vamos a trabajar para ver si somos capaces de hacer sonar la flauta". Pese a lo difícil que es el examen para el Ciudad de Huelva, hay ganas de continuar haciendo historia. 

Íñigo es claro conocedor de las dificultades que tiene este partido “ante un equipo que se ha levantado muy rápido del varapalo que supuso para ellos perder el ascenso en casa”, como ya lo hizo la pasada semana en territorio onubense.

"Por mi parte, y hablo en nombre de todo el equipo, quiero agradecer a la afición su asistencia, sus ganas de animar, de acompañar al equipo el sábado, fue un partido en el que vimos un ambiente sensacional", comentó el entrenador del Ciudad de Huelva, el que recalcó que “todos los que formamos parte del equipo tenemos ganas de poder repetir eso, porque fue una pasada lo que vivimos... hacía mucho tiempo que no se vivía algo así. Por eso estoy satisfecho, porque el trabajo del equipo ha hecho posible esto".

Del partido ante Zamora Enamora en el Carolina Marín, Núñez reconoció que “no estuvimos a la altura del partido, tuvimos muy poco acierto, con porcentajes de tiro muy malos, hasta decir que sólo metimos la mitad de los tiros libres. No supimos jugar ante una gran defensa del Zamora".

Aún así Íñigo Núñez declaró que "no se le pude reprochar nada al equipo porque lo intentó, mostró su carácter, sus ganas, pero quizás nos faltó algo de oficio a partir del tercer cuarto. No tuvimos el temple necesario y quizás bajamos un poco pronto los brazos, frustrados por el poco acierto que se tuvo; o dimos nuestra mejor versión, y con esa idea jugaremos en Zamora".

En Zamora espera "un equipo que tras la enorme decepción que supuso perder el ascenso directo con el Odilo Cartagena precisamente con todo a favor en ese mismo escenario, ha hecho de tripas corazón, y como ya demostró en la ida, no va a dar ninguna concesión".