Unicaja

Fiesta corta pero intensa y un ruego: "A por la Liga"

Imagen de la celebración

Imagen de la celebración / Javier Albiñana

Con poco descanso, ojeras lógicas tras llegar de madrugada desde Belgrado, el Unicaja hacía el esfuerzo por mostrar el trofeo de BCL por las calles de Málaga. Con la incomodidad de calendario, un nuevo envite con Lenovo Tenerife en 48 horas, pero ya se afrontará esa cuestión. Hay que saborear estas alegrías porque nunca se sabe cuándo regresan. No se ganan títulos todos los días, y las imágenes vistas en la capital abrevian el momento que vive la Málaga baloncestística. Una BCL que ya permite afrontar el final de año con más tranquilidad, el lustre a la temporada ya está al conseguir un título, pero cuidado el empuje que puede dar. Y Málaga lo huele. "A por la Liga" era la frase más repetida de esta celebración. Ibon Navarro, afónico durante la celebración, calmaba en uno de los balcones, pero López Nieto amenazaba a Francisco de la Torre, alcalde de la ciudad. "Es posible que vengamos no muy tarde. Vamos a seguir intentando molestar a los grandes, lo vamos a intentar". Sobrevuela, pero por el momento saber digerir esta BCL que tiene su peso, el mismo que se ha quitado la plantilla y cerrar el círculo. A soñar.

Alberto Díaz, con un grupo de aficionados Alberto Díaz, con un grupo de aficionados

Alberto Díaz, con un grupo de aficionados / Javier Albiñana

La lluvia trató de empañar sin éxito la fiesta, pero sí se retrasó casi una hora el arranque, lo que obligaría a obligar el paso. No había previsiones adversas, de esas precipitaciones intensas de verano, sobre todo cuando los campeones salían de Los Guindos hacia el centro, donde caía un aguacero. Pero llegó la calma y consigo una felicidad y reverencia hacia los nuevos campeones de BCL. Varios centenares de aficionados a las puertas de la sede de Unicaja esperaban. Ibon Navarro, Alberto Díaz y Kendrick Perry, los más demandados para fotografías y firmas. Entrenador, capitán y el MVP de Belgrado. En esa construcción de identidad, el carisma de la plantilla es un empuje valiosísimo. Son imágenes chocantes. Es una de las plantillas más especiales en la historia del club. Luego la pelota tiene que entrar, pero hay que hacer que la pelota entre. Y mucho público joven, como se contempla cada fin de semana en el Carpena, son efectos de lo que está obrando este Unicaja de culto, que ahora va a por más. El momento que vive el club es esplendoroso. Son tres finales y dos títulos, como recordaba López Nieto. "No es normal venir cada año con un título, pero nosotros vamos a seguir", añadía el presidente en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento de Málaga

Los campeones de la BCL Los campeones de la BCL

Los campeones de la BCL / Javier Albiñana

Antes, con la Fundación y Unicaja Banco, propietarias del club, en la plaza de la Marina. Estos tiempos de prosperidad refuerzan ese vínculo, después de unas temporadas con un prestigio tocado. El Unicaja es una marca potentísima gracias a esos réditos deportivos. Existe una sinergia sólida. Y el club ha retomado su ambición y potencial. Solo hablaba Alberto Díaz, ya acostumbrado a estos momentos protocolarios, y que igualaba a Berni y Cabezas con ese trío de títulos. "Gracias a Fundación y Banco por permitirnos a estar aquí, también a las instituciones. Como capitán ver el Carpena lleno cada día, nos da mucha fuerza. Todos lo flipamos cuando vamos al Carpena. No es fácil ganar títulos, por mucho que la gente lo piense. Disfrutemos de este equipo", vivir el momento. Reúne esos ítems de gran líder, un trofeo de BCL que no se le despegaba, como una lapa.

Los campeones, en la sede de Unicaja Los campeones, en la sede de Unicaja

Los campeones, en la sede de Unicaja / Javier Albiñana

Más informal es el paso del Ayuntamiento, donde ese balcón ya permite algún discurso, pero ya ese condicionante de la lluvia no permitía el pasar el micrófono, como sí ocurrió tras la Copa u otros títulos anteriores. "No tengo voz para hablar. Otro día podré. Vamos a por el plan. Dylan, paga la fiesta", llamaba Ibon Navarro al californiano, que recibía el "Dylan, quédate", pero también fintaba en el balcón. "Gracias por el apoyo a todos. Vamos a por la Liga". Pues no sería un mal último servicio. Algún saludo espontáneo. Ni siquiera Lima, experto en estos terrenos. No acompañaba el entorno. Y para cerrar, traslado al Santuario de la Victoria, con Alberto Díaz e Ibon Navarro haciendo la ofrenda a la patrona. Nuevamente, López Nieto erre que erre con el chascarrillo. "Amenazo, vendremos pronto". No ayuda a evitar ese caldo de cultivo. Un mensaje de ambición potentísimo. De la BCL 23/24 ya solo quedan unos recuerdos memorables. Lo siguiente, Lenovo Tenerife el miércoles en La Laguna (20:45 horas). 

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