El Peñón del Cuervo tiene una nueva estructura. Junto a la zona de mesas, picnics y barbacoas, se asienta desde hace unos meses un chiringuito temporal de madera. El mismo cuenta con el visto bueno de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía desde el pasado mes de octubre. 

Ya se puede observar una pequeña línea de plástico para evitar el paso de curiosos y algo de mobiliario en su terraza. No está llamado a quedarse, sino que desde la administración apuntan a que es una estructura temporal y que la autorización otorgada permite una instalación desmontable. 

En total son 70 metros cuadrados, distribuidos en 20 metros cuadrados de edificación cerrada y 50 metros cuadrados de terraza cerrada. El común de los chiringuitos de la ciudad, estos sí, de obra y permanentes, permiten hasta 270 metros cuadrados de construcción a los que se suman 30 metros cuadrados de baño, de acuerdo con la legislación vigente. 

Cartel y mobiliario en la terraza.

No parece que la nueva estructura venga a sustituir a ninguno de estos chiringuitos, como de costumbres, además de contar con el factor de su proximidad a la zona de barbacoas. Tanto es así que, pese a no estar abierto aún, un cartel ya indica la prohibición de hacer fuegos en su proximidad, "prohibido hacer barbacoas junto al chiringuito. Hay cámaras. Se llamará a la Policía". 

Estas barbacoas se acrecientan según llega el buen tiempo y múltiples han sido las denuncias durante los años por la suciedad que dejan en el entorno. No sólo se han manifestado grupos políticos, sino que numerosas han sido también las recogidas de basura por parte de voluntarios que han llegado a recoger media tonelada de residuos en una sola jornada en el Peñón. A escasos metros se encuentra también el monumento en recuerdo a La Desbandá, cuya placa también se pidió el pasado verano que se reparase por los desperfectos ocasionados.